Publicado 30/04/2020 18:01

AMP.- Libia.- El Gobierno de unidad rechaza el alto el fuego declarado por Haftar durante el Ramadán

Recalca que requiere "garantías internacionales" y mecanismos pactados en el modelo 5+5

MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de unidad de Libia, reconocido internacionalmente, ha rechazado este jueves el alto el fuego decretado a última hora del miércoles por Jalifa Haftar, quien encabeza a las fuerzas asentadas en el este del país y quien esta misma semana afirmó que se hacía con el control efectivo en esta zona, apartando a las autoridades civiles.

"Afirmamos nuestra postura firme de mantener nuestra legítima defensa, golpeando la amenaza donde exista para poner fin a los grupos ilegales en todo el país", ha dicho el Consejo Presidencial, que ha recalcado que "nunca confía" en Haftar por las "violaciones" previas de sus compromisos, según la cadena de televisión libia Al Ahrar.

Así, ha recalcado que "cualquier acuerdo de alto el fuego" en el país requiere "garantías internacionales" y mecanismos que se activen a través de las conversaciones entre las delegaciones militares de ambas partes, que se reúnen en formato 5+5 a raíz de las conclusiones de la conferencia de Berlín.

Los contactos en Ginebra en este formato lograron un principio de acuerdo para un alto el fuego en el país, si bien Haftar incrementó sus ataques contra Trípoli y sus alrededores, lo que llevó a un colapso de esta vía.

Posteriormente, el primer ministro del Gobierno de unidad, Fayez Serraj, afirmó que descartaba totalmente la posibilidad de iniciar conversaciones de paz con Haftar debido a que no estaba respetando los acuerdos alcanzados y a que se negaba a mantener un proceso serio.

De hecho, el mariscal de campo abandonó la capital de Rusia, Moscú, sin firmar un acuerdo de alto el fuego alcanzado con el Gobierno de unidad, tras lo que se recrudecieron las hostilidades en el sur de la capital libia.

El portavoz de las fuerzas de Haftar, Ahmed al Mismari, anunció a última hora del miércoles que suspendía las operaciones en el frente de Trípoli con motivo de la "bendita ocasión" que supone el Ramadán, así como en respuesta a "los llamamientos" de la comunidad internacional para cesar las hostilidades durante este periodo.

"El Comando General anuncia una pausa en todas sus operaciones militares, pero cualquier violación por parte de las milicias terroristas tendrá una respuesta inmediata y dura", advirtió Al Mismari en una rueda de prensa celebrada en Benghazi, de la que se ha hecho eco la cadena libia 218TV.

Haftar anunció el lunes que su Ejército "acepta la voluntad popular" y se hacía formalmente con el poder en esta zona del país, dejando de lado a las autoridades civiles, encarnadas en la Cámara de Representantes, una declaración rechazada por el Gobierno de unidad y Naciones Unidas.

El mariscal de campo afirmó en un discurso televisado que sus fuerzas actúan en respuesta a un "llamamiento" popular "para anunciar el fin del Acuerdo Político --firmado en 2015 en la ciudad marroquí de Sjirat, del que surge el Gobierno de unidad--, que ha destruido el país y lo han llevado hacia el abismo".

Haftar apartó así a la Cámara de Representantes, cuyo presidente, Agila Salé, había planteado la semana pasada formar un nuevo Consejo Presidencial para intentar superar la crisis. Este nuevo organismo asumiría el cargo de comandante de unas Fuerzas Armadas unificadas, lo que podría apartar a Haftar de su posición de fuerza.

En este sentido, las autoridades de Trípoli se pronunciaron contra el "golpe" de Haftar contra las autoridades a las que hasta ahora apoyaba en el este del país y recalcó la "necesidad" de "eliminar la ilusión" del mariscal de campo de hacerse con el poder en el país africano.

Por su parte, la enviada especial de Naciones Unidas para Libia, Stephanie Williams, reiteró el martes su respaldo al Gobierno de unidad y manifestó que "el cambio político debe llegar a través de medios democráticos".

LA OFENSIVA DE HAFTAR

El conflicto en Libia se recrudeció en abril de 2019, cuando las fuerzas lideradas por Haftar lanzaron una ofensiva para hacerse con Trípoli, sede del Gobierno de unidad, creado a raíz del Acuerdo Político y que cuenta en estos momentos con el apoyo de Naciones Unidas.

El inicio de las operaciones militares encabezadas por Haftar llegó tras varios años de intentos infructuosos de lograr una solución política a la fragmentación en diversas administraciones tras la captura y ejecución de Muamar Gadafi en octubre de 2011.

La duplicidad institucional se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las administraciones, sin que las asentadas en el este --anteriormente reconocidas por la comunidad internacional-- y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.

INCREMENTO DE LOS COMBATES

El anuncio de Haftar llegó además en medio de un repunte de los enfrentamientos en torno a Trípoli y después de que sus tropas perdieran el control de varias localidades situadas al oeste de la capital en una ofensiva relámpago de las fuerzas leales al primer ministro del Gobierno de unidad, Fayez Serraj.

Serraj dijo tras ello que las fuerzas del Gobierno de unidad "seguirán luchando hasta controlar todo el país". "Seguiremos luchando hasta que controlemos todo el país para permitir a los desplazados volver a casa", señaló, antes de agregar que su Gobierno "no olvidará nunca ni perdonará a los que le apuñalaron por la espalda".

Naciones Unidas denunció la semana pasada un total de 850 violaciones de la tregua anunciada en enero en Libia y alertó de que el país se encuentra ante una "tormenta perfecta" a causa de un conflicto "alimentado por actores externos".

El Gobierno de Serraj cuenta con el respaldo de Turquía, que ha enviado al país a militares y rebeldes sirios en apoyo a sus operaciones, mientras que Haftar tiene el apoyo de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Rusia y Egipto, entre otros.