MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Israel ha confirmado este lunes la muerte de cuatro rehenes que fueron secuestrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el pasado 7 de octubre y cuyos cuerpos se encuentran en manos de la milicia palestina en la Franja de Gaza.
Los rehenes son Chaim Peri, de 79 años; Yoram Metzger, de 80 años y Amiram Cooper, de 84 años. Los tres fueron secuestrados del kibutz Nir Oz. El Ejército israelí también ha comunicado la muerte del rehén israelí-británico Nadav Popplewell, del kibutz Kirim, que poco antes había informado de que había perdido la vida.
Representantes del Ejército han comunicado a las familias la noticia. Según las Fuerzas de Defensa de Israel, la decisión de confirmar su muerte se basa en información de Inteligencia y fue aprobada tras ser valorada por una comisión de expertos.
Asimismo, han indicado que investigan las circunstancias de sus muertes. "Las Fuerzas de Defensa de Israel operan con una amplia variedad de métodos para recopilar información sobre los secuestrados", han resaltado en la red social X.
Hamás publicó en diciembre un vídeo en el que aparecían Peri, Cooper y Metzger. En marzo anunciaron que los tres murieron como consecuencia de los bombardeos israelíes sobre el enclave palestino, según ha recogido el diario 'The Times of Israel'.
La milicia palestina liberó en octubre de 2023 a Nurit Cooper, de 79 años, junto con Yocheved Lifshitz, de 85 años. Ambas fueron trasladadas a Israel a través de Egipto gracias a la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La mujer de Metzger, Tami, fue liberada a mediados de noviembre debido al acuerdo entre las partes impulsado tanto por Qatar como Estados Unidos. Asimismo, la madre de Popplewell, Hanna Peri, quien fue secuestrada junto a su hijo, también regresó a Israel en virtud de la tregua.
Las Brigadas Ezzeldín al Qassam, brazo armado de Hamás, anunciaron en mayo que Popplewell había perdido la vida durante un bombardeo israelí contra Gaza. Horas antes, publicaron un vídeo en el que aparecía vivo y comunicativo, aunque presentaba un importante moratón en su ojo derecho.