Publicado 19/02/2023 11:01

AMP.- O.Próximo.- Fuerzas palestinas llaman a la desobediencia civil y la huelga general para este domingo

Archivo - 20 October 2022, Palestinian Territories, Bethlehem: Shops are seen closed during a general strike following the killing of Udai Tamimi in the West Bank city of Bethlehem. Israeli forces killed Udai Tamimi, a resident of the Jerusalem refugee
Archivo - 20 October 2022, Palestinian Territories, Bethlehem: Shops are seen closed during a general strike following the killing of Udai Tamimi in the West Bank city of Bethlehem. Israeli forces killed Udai Tamimi, a resident of the Jerusalem refugee - Ahmad Tayem/APA Images via ZUMA / DPA - Archivo

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

Fuerzas palestinas han llamado a la desobediencia civil de la población a partir de este domingo y a una huelga general para protestar por las restricciones israelíes contra los residentes del campo de refugiados de Shuafat y la cercana ciudad de Anata.

Las medidas, denunciadas por los palestinos como "castigo colectivo", se impusieron en octubre de 2022, cuando Udai Tamimi, residente de Anata, disparó y mató a la militar israelí de 18 años Noa Lazar en un puesto de control a la entrada del campo de refugiados que, junto con partes de Anata, se encuentra dentro de los límites de Jerusalén.

Desde primera hora de la mañana los piquetes han cortado carreteras incendiando neumáticos y fomentado el cese de toda actividad en los barrios de Jerusalén Este, principalmente en Shuafat, Anata, Isawiya, Yabel Mukaber y Al Ram.

En Shafat e Isawiya ha habido enfrentamientos entre manifestantes y policías israelíes, que han empleado gas lacrimógeno y agua maloliente contra los jóvenes que defendían los bloqueos de carreteras, informa el diario 'The Jerusalem Post.

La Policía israelí ha informado de que "un puñado de malhechores" han cortado carreteras par aintentar "impedir la vida cotidiana en esos barrios para impedir o dificultar que la gente vaya a trabajar y obligarles a hacer huelga".

"La Policía seguirá trabajando para mantener la vida cotidiana en Jerusalén Este y que se respete la seguridad y la ley y el orden", ha destacado la Policía. "No vamos a permitir que los malhechores perturben la paz pública y la vida rutinaria de la gente para ejercer un castigo colectivo contra decenas de miles de personas por una protesta violenta. Si hay algún intento de hacer daño a civiles o policía responderemos con todas las herramientas de las que disponemos", ha remachado.

En la misma línea, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, ha advertido de que hay refuerzos de la Policíaen Jerusalén. "El Estado de Israel no va a plegarse a un puñado de terroristas. Quieren la anarquía en el este. Mano dura y tolerancia cero", ha apuntado.

La protesta ha sido convocada por la coalición de las Fuerzas Palestinas Nacionales e Islámicas (FLPN), un grupo formado tras la Segunda Intifada que suele comprender a organizaciones de todo el espectro ideológico palestino, entre ellas al movimiento Al Fatá de la Autoridad Palestina y al movimiento islamista Hamás.

Entre las medidas de desobediencia, el grupo pide a los palestinos que no vayan a sus lugares de trabajo en Israel, se nieguen a pagar impuestos a las autoridades israelíes y al municipio israelí de Jerusalén, y cierren los accesos a la carretera que conduce al puesto de control del campo de Shuafat y a Anata.

"La desobediencia civil surge como respuesta a los crímenes diarios del gobierno de ocupación israelí contra nuestro pueblo en Jerusalén y el resto de los territorios ocupados, incluidos asesinatos extrajudiciales, arrestos y demoliciones de viviendas", según el comunicado, recogido por la agencia palestina Wafa.

"También se produce en el contexto de las incursiones militares y policiales israelíes casi diarias en el campo de refugiados palestinos de Shuafat, en la Jerusalén ocupada, y en la ciudad contigua de Anata", añade la coalición.

La semana pasada, un niño de 14 años del campamento fue arrestado después de apuñalar y herir a un hombre israelí en la Ciudad Vieja de Jerusalén, según informaron en su momento las autoridades israelíes.

Desde entonces, la Policía israelí ha impuesto estrictas medidas de seguridad en el puesto de control, realizado redadas a gran escala en el campamento y en Anata y arrestado a decenas de residentes sospechosos de participar en actividades terroristas.