Condena "en los términos más firmes" el reinicio "de la guerra lanzada por la ocupación" contra la Franja
MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno palestino ha condenado "en los términos más firmes" el reinicio "de la guerra lanzada por la ocupación" contra la Franja de Gaza y ha reclamado a la comunidad internacional que debe "actuar de forma urgente" para "detener inmediatamente" el conflicto, tras el reinicio de las hostilidades después del fin de la tregua pactada el 24 de noviembre.
El Ministerio de Exteriores palestino ha advertido en un comunicado publicado en su página web contra "la continuación de estas agresiones periódicas contra las vidas de ciudadanos palestinos y el ahondamiento de la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza", al tiempo que ha denunciado "el desplazamiento forzoso impuesto por las fuerzas de ocupación" contra el pueblo palestino.
Así, ha hecho hincapié en que "más de dos millones de palestinos se encuentran en el sur de la Franja de Gaza bajo los bombardeos y no tienen otro lugar al que ir", antes de indicar que sufren escasez para cubrir "sus necesidades básicas". Por último, ha recalcado que los "continuos bombardeos" por parte de Israel "violan el Derecho Internacional y las normas de protección a los civiles".
En esta línea, Nabil abú Rudeina, portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha hecho a Estados Unidos responsable del reinicio de la "agresión" contra Gaza, que "se suma al aumento de los crímenes de las fuerzas de ocupación israelí y los colonos terroristas en Cisjordania" y que "supone una continuación de los crímenes de limpieza étnica y genocidio".
"Estas acciones han estado en marcha desde el inicio de la agresión israelí contra el pueblo palestino y están destinadas a desplazar a los palestinos y eliminar su causa", ha dicho, antes de subrayar que "todos estos crímenes no darán paz y seguridad a nadie en la región y deben parar inmediatamente".
Abú Rudeina ha reiterado los llamamientos de Abbas al fin de la ofensiva contra Gaza y ha recalcado que las autoridades palestinas "rechazan cualquier tipo de desplazamiento". "No hay otra solución que reconocer el Estado de Palestina, con Jerusalén (Este) como capital, y poner el fin a la ocupación", ha argumentado.
"La mayoría de los países y sus ciudadanos han mostrado su solidaridad con el pueblo palestino y han rechazado los crímenes de genocidio y castigo colectivo", ha señalado, antes de reiterar que Israel es responsable de las "catastróficas consecuencias" de sus acciones, según ha informado la agencia palestina de noticias WAFA.
Las autoridades de Israel y Hamás han cruzado acusaciones este viernes sobre su responsabilidad en la falta de un acuerdo para prorrogar la tregua pactada el 24 de noviembre, mientras que Qatar ha indicado que hay "negociaciones" en marcha con las partes para restaurarla, si bien ha sostenido que "el continuado bombardeo de la Franja de Gaza en las primeras horas tras el fin de la pausa complica los esfuerzos de mediación y ahonda la catástrofe humanitaria en la Franja".
Por su parte, el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, ha denunciado la muerte de más de 30 palestinos en los bombardeos llevados a cabo por Israel desde el fin de la tregua. Asimismo, ha señalado que hay "decenas" de heridos de diversa consideración, mientras que grupos armados palestinos han lanzado cohetes contra Israel.
La tregua, pactada con la mediación de Qatar y Egipto, entró en vigor el 24 de noviembre con una duración de cuatro días, si bien fue prorrogada dos veces por un total de tres días más. En esta ocasión, las partes no han logrado acordar una nueva extensión, mientras que Israel ha rechazado los llamamientos a favor de un alto el fuego.
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra el enclave palestino tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. Las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista, han cifrado en cerca de 15.000 los palestinos muertos, a los que se suman otros 230 a manos del Ejército israelí y por ataques de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.