Siguen los pasos de Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido a la espera de la investigación interna de la agencia de la ONU
MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani, ha anunciado este sábado la suspensión de la financiación del país a la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, la UNRWA, en el marco de la investigación lanzada por el propio organismo sobre la presunta implicación de algunos de sus trabajadores en la masacre ocurrida el 7 de octubre en Israel, detonante del actual conflicto de la guerra de Gaza. También Reino Unido o Finlandia han suspendido la entrega de fondos.
"El Gobierno italiano ha suspendido la financiación a la UNRWA tras el atroz ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre. Países aliados han tomado recientemente la misma decisión. Estamos comprometidos con la asistencia humanitaria a la población palestina, protegiendo la seguridad de Israel", ha hecho saber Tajani en su cuenta de Twitter.
Italia se convierte en el primer país de la Unión Europea en anunciar esta medida siguiendo los pasos de Estados Unidos, Canadá y Australia, país que esta misma madrugada anunció la paralización de los fondos a través de su ministra de Exteriores, Penny Wong.
Más tarde se han sumado también Reino Unido y Finlandia. El ministro de Comercio Exterior y Desarrollo finlandés, Ville Tavio, ha publicado un mensaje en X en el que anuncia la "pausa provisional en la financiación de la UNRWA" a la espera de una investigación independiente. "Finlandia no da ayuda que beneficie a Hamás", ha remachado antes de insistir en que "las acusaciones son muy graves".
Todo comenzó el viernes por la tarde cuando la propia UNRWA anunció la expulsión y la apertura de una investigación inmediata a varios integrantes del organismo por su presunta participación en los ataques de las milicias palestinas, tras recibir información a este respecto de los servicios de seguridad israelíes.
Tanto el comisionado de la UNRWA, Philippe Lazzarini, como el propio secretario general de la ONU, António Guterres, se declararon consternados por estas informaciones y prometerieron el inicio de una investigación inmediata sobre lo ocurrido. En su correspondiente nota de suspensión de financiación, el Departamento de Estado de EEUU cifró en doce los empleados implicados, extremo todavía no confirmado por Naciones Unidas.