MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Al menos dos palestinos han muerto este viernes por disparos efectuados por las Fuerzas de Defensa de Israel en dos enfrentamientos separados en Burqa, al este de Ramala, y en la ciudad cisjordana de Tulkarem.
El Ministerio de Salud palestino ha informado este viernes de que un joven palestino de 19 años, identificado como Qusai Gamal Maatan, ha muerto tras recibir disparos por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel en la localidad de Burqa, al este de Ramala.
Los enfrentamientos, que han dejado al menos dos heridos por pedradas y dos vehículos calcinados, han estallado cuando un grupo de colonos se ha adentrado en la localidad con ganado en un aparente intento por apropiarse de las tierras, según ha recogido la agencia de noticias WAFA.
Un funcionario de seguridad israelí ha confirmado que los colonos han ingresado en los terrenos de la localidad procedentes del asentamiento ilegal de Oz Zion, tras lo que las Fuerzas de Defensa se han personado en el lugar, ha recogido 'Haaretz'.
Por otro lado, el Gobierno palestino ha denunciado como una "ejecución" la muerte de un joven de 18 años a primera hora de este viernes, supuestamente de un disparo en la cabeza y a quemarropa a manos de las fuerzas israelíes, que han lanzado una operación matutina en la ciudad cisjordana de Tulkarem y en el campo de refugiados de Nur Shams.
El joven ha sido identificado como Mahmud abu Saan y era miembro de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo armado afiliado al partido Al Fatá del presidente palestino, Mahmud Abbas, según ha denunciado la organización.
Saan ha fallecido durante los últimos momentos de la operación israelí, cuando los militares abrieron fuego durante el comienzo de su retirada del campamento tras completar la redada.
Fuentes médicas han indicado que el cuerpo sin vida del joven presentaba una "laceración cerebral completa", según la agencia oficial de noticias palestina WAFA, y según testigos un militar israelí descerrajó al joven un disparo a quemarropa en la cabeza cuando su víctima se encontraba malherida en el suelo.
El Ministerio de Exteriores palestino describe esta muerte como una "ejecución de campo" tras una "brutal" operación en Tulkarem y Shams, parte integral "de la serie diaria de asesinatos cometidos contra los palestinos con la aprobación de la clase política israelí".
El Ejército israelí, por su parte, ha afirmado que la operación de Tulkarem se caracterizó por un enfrentamiento que comenzó cuando "sospechosos dispararon, arrojaron explosivos y piedras a los combatientes, quienes respondieron con disparos".