Publicado 21/09/2021 16:46

AMP.- R.Unido.-Reino Unido identifica a un tercer sospechoso por el ataque químico contra el exespía ruso Sergei Skripal

Londres se compromete a trabajar para lograr detenciones y Moscú defiende que el caso es una "herramienta" de presión política

MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía británica se ha abierto a presentar cargos contra un tercer ciudadano ruso por su presunta implicación en el ataque químico de 2018 contra el exespía Sergei Skripal, que dejó en total tres heridos críticos y una víctima mortal, una civil que entró en contacto con el agente nervioso.

Al igual que ocurriese con los dos primeros sospechosos, Anatoli Chepiga y Alexander Mishkin, el Ministerio Público también cree que el tercero, identificado como Denis Sergeev, trabajaba para la Inteligencia militar rusa (GRU), en su caso como responsable sobre el terreno del operativo contra Skripal.

Las autoridades consideran probado que los tres formaban un equipo, hasta el punto de que supuestamente se reunieron varias veces en Londres en el fin de semana previo al envenenamiento de Skripal y su hija, Yulia, que ocurrió a principios de marzo de 2018 en la localidad inglesa de Salisbury.

La Fiscalía de Reino Unido no puede presentar cargos formalmente contra ninguno de los tres hasta que no sean detenidos, algo que se antoja lejano a tenor de la respuesta que ya dio en su día Moscú, que siempre ha negado que utilizase un agente de tipo Novichok, de fabricación soviética, informa la radiotelevisión pública BBC.

Chepiga y Mishkin incluso aparecieron en la televisión rusa tras su identificación, alegando que habían acudido a Salisbury con fines puramente turísticos a pesar de las trazas del agente nervioso localizadas en la habitación de hotel donde se alojaban. La Policía estima que el líquido contenido en un bote de colonia podría haber dejado miles de muertos.

Entre los flecos que siguen pendientes en la investigación están cómo entró exactamente el agente químico en Reino Unido y cuál fue su recorrido desde el mes de marzo hasta que fue hallado en junio en Amesbury, en un bote de colonia abandonado. La única víctima mortal Dawn Sturgess, murió después de rociarse parte del contenido.

JOHNSON QUIERE QUE RINDAN CUENTAS

En caso de que finalmente se sienten ante un juez, serían procesados por conspiración para cometer asesinato, tentativa de asesinato, comisión de heridas graves y uso y posesión de armamento químico. Londres no pierde la esperanza, o al menos no en sus declaraciones políticas públicas.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha abogado en declaraciones a Sky News por la rendición de cuentas, si bien ha querido señalar que Rusia ha pagado ya "un alto precio" por su implicación en este caso, en referencia a la expulsión de diplomáticos.

La ministra del Interior británica, Priti Patel, ha insistido ante la Cámara de los Comunes en que harán "todo lo posible" para que los sospechosos sean arrestados y extraditados en cuanto pongan un pie fuera de Rusia, lo que pasa también por la colaboración de Interpol y sus Estados miembro.

En la misma línea, el director adjunto de la Policía Metropolitana, Dean Haydon, ha recalcado la "determinación" de las fuerzas de seguridad británica para "llevar a los responsables ante la Justicia" y ha subrayado que tanto Sergeev como sus otros dos supuestos compañeros son "individuos peligrosos".

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, en cambio, se ha apresurado a salir del paso de las nuevas informaciones, acusando a Reino Unido de utilizar el caso como "herramienta para presionar". "Rechazamos de forma contundente todos los intentos de Londres de culpar a Moscú por lo que ocurrió en Salisbury", ha zanjado.

EL RECORRIDO DE SERGEEV

Las autoridades británicas sitúa a Sergeev como un alto mando dentro del GRU, institución a la que habría llegado tras servir en las fuerzas especiales rusas. Su rastro se extiende no solo por Reino Unido, sino también por otros países de Europa.

Así, se le atribuye otro envenenamiento cometido en abril de 2015 contra un mercader de armas búlgaro en Sofía, Emilian Gebrev; propietario a su vez de u depósito de munición presuntamente atacado en un bosque de República Checa en octubre de 2014, en una acción en la que habrían estado implicados Chepiga y Mishkin.

Reino Unido ha colaborado con otros servicios de seguridad europeos en estos últimos años para detectar otras posibles actividades encubiertas y, en el caso de Sergeev, se han confirmado visitas a España, Francia, Alemania, Suiza y Austria, entre otros países.