Actualizado 25/09/2018 08:53

Caracas defiende la investigación que avala la acusación a Colombia, Chile y México por el atentado a Maduro

CARACAS, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno venezolano ha defendido este lunes la "rigurosa" investigación que ha llevado a las autoridades a denunciar la implicación de funcionarios diplomáticos de Colombia, Chile y México en el plan de evacuación de los responsables del atentado perpetrado el pasado 4 de agosto contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

El ministro portavoz del Gobierno venezolano, Jorge Rodríguez, aseguró el domingo que funcionarios de estos tres países prestaron o se mostraron dispuestos a prestar ayuda a los autores del ataque para salir del país.

Ahora el Gobierno defiende en un comunicado que estas acusaciones "son el resultado de una rigurosa investigación" en la que los detenidos confesaron estos hechos.

Sin embargo, los tres países han expresado su malestar por estas acusaciones. "Llama la atención el tono y argumentos empleados (...), que en lugar de aclarar las circunstancias que han denunciado los terroristas confesos (...) tienden por el contrario a victimizarse y a responder con expresiones destempladas, fuera de toda mesura diplomática".

En lugar de la "coherente y transparente colaboración" que esperaba Venezuela, los tres gobiernos se han embarcado en una "huída hacia adelante" que denota "total desinterés hacia cualquier investigación objetiva con el propósito de ocultar vínculos y responsabilidades".

Además, denuncia que estas "reacciones apresuradas (...) se prestan para que la extrema derecha venezolana (...) se sienta amparada y protegida para seguir transitando el camino de la violencia y la muerte".

Rodríguez anunció el domingo la captura de tres personas más supuestamente vinculadas al intento de magnicidio, incluido su 'cerebro' y apuntó directamente a Colombia, Chile y México, países que según los detenidos se prestaron a amparar en sus embajadas a los responsables del ataque.

Maduro ha mostrado este lunes un vídeo de un joven venezolano, identificado como Henryberth Rivas, que según el mandatario participó en el ataque con drones.

Rivas asegura en el vídeo que un compañero le ordenó buscar refugio en la Embajada de Chile en Caracas, desde donde le dijeron que le llevarían a la Embajada de México, luego a la Embajada de Colombia y finalmente a la frontera con Colombia. Sin embargo, la Embajada de Chile fue cerrada y el plan fracasó, según afirma Rivas en el vídeo.

"Hoy puedo decir que tenemos elementos convincentes de la participación de diplomáticos chilenos, colombianos y mexicanos en la protección de estas personas que emprendieron un acto terrorista", ha manifestado Maduro, que también ha mostrado un vídeo en el que aparece Rivas supuestamente detenido.

"Chile rechaza las calumniosas acusaciones del gobierno venezolano que no tienen credibilidad para distraer con éxito de la grave situación humanitaria en el país", ha afirmado este lunes el ministro de Asuntos Exteriores chileno, Roberto Ampuero.

El Ministerio de Asuntos Exteriores mexicano, por su parte, ha asegurado que ha solicitado la presencia de la embajadora de Venezuela en México, María Lourdes Urbaneja, para entregarle una carta rechazando lo que ha denominado como "acusaciones infundadas".

"Los diplomáticos de México han actuado en todo momento de conformidad con el derecho internacional y la Convención de Viena", ha señalado el Ministerio.

Dos drones cargados con material explosivo estallaron el 4 de agosto en la Avenida Bolívar de Caracas, donde Maduro estaba pronunciando un discurso ante cientos de militares con motivo del 81º aniversario de la creación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Maduro, que salió ileso, ha acusado al ya expresidente colombiano Juan Manuel Santos de ser el 'cerebro' de un supuesto complot de la "ultraderecha" de Venezuela y Colombia, así como de sus agentes en Estados Unidos, para acabar con su vida.

Sin embargo, la oposición cuestiona que se tratase de un verdadero atentado contra Maduro y advierte de que podría ser un montaje para dar al Gobierno una "excusa" para "profundizar la represión".

El Gobierno ha informado hasta el momento de la detención de 17 personas, entre ellas dos militares de alto rango, y de que busca al menos a otras 17.