Publicado 22/12/2021 10:34

AMP.- Yemen.- La ONU confirma la destrucción de tres edificios en el aeropuerto de Saná tras bombardeos de la coalición

Archivo - Columna de humo tras un bombardeo de la coalición que lidera Arabia Saudí contra la capital de Yemen, Saná
Archivo - Columna de humo tras un bombardeo de la coalición que lidera Arabia Saudí contra la capital de Yemen, Saná - Hani Al-Ansi/dpa - Archivo

Resalta que los vuelos humanitarios "pueden continuar" y pide proteger las infraestructuras civiles de Yemen

El PMA recortará desde enero las raciones de alimentos a ocho millones de personas por falta de fondos

MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

Naciones Unidas ha confirmado que los bombardeos ejecutados el lunes por la coalición internacional que encabeza Arabia Saudí contra el aeropuerto de la capital de Yemen, Saná, destruyeron tres edificios, si bien ha asegurado que los vuelos humanitarios "pueden continuar" en las instalaciones.

"Múltiples bombardeos alcanzaron al menos seis áreas del Aeropuerto Internacional de Saná, en Yemen", ha señalado el viceportavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq, quien ha resaltado que un equipo del organismo internacional visitó posteriormente el lugar "para valorar los daños".

Así, ha manifestado que poco antes del ataque se redujeron operaciones, si bien permanecía operativo para "uso humanitario de emergencia", al tiempo que ha subrayado que "el equipo ha valorado que los vuelos de la ONU pueden continuar debido a que no hay daños en la torre de control, la pista de despegue o la pista de rodaje".

"Pedimos a todas las partes en conflicto que cumplan sus obligaciones bajo el Derecho Humanitario y que adopten todas las medidas necesarias para proteger a los civiles y las infraestructuras civiles", ha dicho Haq, quien ha reclamado además que "el aeropuerto se mantenga abierto para operaciones humanitarias".

En esta línea, ha argüido que "todo equipamiento necesario para mantener los vuelos humanitarios debe recibir apoyo para permanecer operativo" y ha reiterado el llamamiento de la ONU para que el aeropuerto "esté abierto para vuelos civiles y comerciales regulares".

Haq ha solicitado además que el puerto de Hodeida (oeste) esté igualmente "totalmente operativo" y ha abogado por "la reapertura del aeropuerto para el uso civil comercial", en medio del conflicto y el bloqueo impuesto por la coalición internacional contra los huthis, que controlan Saná y otras zonas del norte y el oeste de Yemen.

Las palabras de Haq han llegado después de que la coalición confirmara el lunes unos bombardeos "precisos y limitados" contra el aeropuerto, horas después de pedir a los civiles que evacuaran el lugar. Tras ello, argumentó que los objetivos eran usados por los huthis para atacar Arabia Saudí.

El portavoz de la coalición, Turki al Maliki, sostuvo en declaraciones a Al Arabiya que la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) fue notificada con anterioridad de la intención de llevar a cabo bombardeos una hora antes de que fueran perpetrados.

En este sentido, dijo que la coalición se aseguró de que no hubiera daños colaterales y reiteró que se responderá "con firmeza" a los ataques de los huthis, que han incrementado sus operaciones con drones y misiles balísticos durante los últimos meses, según el diario saudí 'Arab News'.

RECORTE DE LAS RACIONES

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha advertido este mismo miércoles de que se está quedando sin fondos para seguir entregando asistencia alimentaria a trece millones de personas en el país, por lo que a partir de enero tendrá que recortar las raciones a ocho millones de ellas, mientras que cinco millones que están en riesgo inmediato de caer en condiciones de hambruna mantendrán las raciones totales.

El organismo ha destacado en un comunicado que estas reducciones llegan "en el peor momento" para familias dependientes de la asistencia del PMA para sobrevivir y ha resaltado que durante los últimos tres meses ha aumentado el consumo inadecuado de alimentos, que afecta a la mitad de las familias por la devaluación de la moneda y la hiperinflación, que han provocado que los precios de los alimentos hayan aumentado a más del doble en gran parte del país.

"Cada vez que reducimos la cantidad de alimentos sabemos que hay más gente que ya pasa hambre y está en situación de inseguridad alimentaria que se sumará a los millones que están en hambruna", ha dicho la directora del PMA para Oriente Próximo y Norte de frica, Corinne Fleischer.

Así, ha argumentado que "los momentos desesperados requieren medidas desesperadas". "Tenemos que estirar nuestros limitados recursos y priorizar, centrándonos en las personas que están en una situación más crítica", ha valorado, según el comunicado del PMA.

Las reducciones en las raciones provocarán que a partir de junio las familias reciban cerca de la mitad de la ración diaria mínima del PMA, mientras que el organismo ha alertado de que, sin una mayor financiación, será inevitable tener que imponer nuevos recortes, lo que podría dejar a la gente sin ningún tipo de ayuda y provocar una reducción de los tratamientos por desnutrición y entrega de alimentos a niños en las escuelas.

"El pueblo yemení es ahora más vulnerable que nunca, afectado por un conflicto que no cesa y la profundización de una crisis económica que ha llevado a millones a la marginación", ha subrayado Fleischer. "Los suministros de alimentos del PMA en Yemen están peligrosamente bajos en un momento en el que los presupuestos para crisis humanitarias en todo el mundo están estirados al límite", ha lamentado.

"Necesitamos desesperadamente que los donantes, que fueron tan generosos en el pasado, trabajen con nosotros para evitar la catástrofe por hambre que acecha", ha remachado, en un momento en el que 16,2 millones de personas, más de la mitad de la población del país, hacen frente a hambre aguda.

Los datos del organismo apuntan además que la mitad de los niños yemeníes de menos de cinco años están en riesgo de desnutrición, por lo que el PMA pide 813 millones de dólares (cerca de 721 millones de euros) para seguir entregando ayuda a los sectores más vulnerables hasta mayo de 2022, año en el que necesitará 1.970 millones de dólares (unos 1.747 millones de euros) para dar ayuda alimentaria a familias al borde de la hambruna.

LA COALICIÓN RECHAZA LAS ACUSACIONES DE IRÁN

Por otra parte, Al Maliki ha rechazado las acusaciones "difamatorias" del Gobierno de Irán tras la muerte por coronavirus de su enviado ante las autoridades instauradas en Yemen por los huthis, Hasán Irlu, unos días después de ser trasladado de vuelta al país para recibir tratamiento médico.

El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Said Jatibzadé, criticó un "retraso en la cooperación por parte de algunos países" que provocó que el traslado de Irlu tuviera lugar "en condiciones inapropiadas", según un breve comunicado publicado en la página web del Ministerio.

Posteriormente, el ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, apuntó directamente a las autoridades saudíes, lo que ha llevado a Al Maliki a recalcar que la coalición "comenzó la facilitación de la evacuación" de Irlu, que tuvo lugar "en menos de 48 horas" con la mediación de Omán e Irak.

"Estas afirmaciones difamatorias contra Arabia Saudí contradicen los valores y principios humanitarios", ha manifestado, antes de agregar que "difícilmente son sorprendentes", dado que Irán envió a Irlu al país y desde allí "apoyó el caos y los combates", según ha recogido Al Arabiya.

El Gobierno de Irán nombró a Irlu, un oficial del Cuerpo de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, como su embajador en Yemen en noviembre de 2020, si bien la comunidad internacional no reconoce a las autoridades instauradas por los huthis. Asimismo, Estados Unidos impuso sanciones contra él un mes después.

La guerra enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por el presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, y apoyado por una coalición internacional, y a los huthis, respaldados por Irán. El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial.