MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Al menos siete personas han muerto y otras 40 han resultado heridas tras un ataque suicida de los talibán perpetrado este lunes en la ciudad de Gazni, en la provincia homónima situada en el este de Afganistán.
El ataque se ha producido en las inmediaciones de la sede de la Dirección Nacional de Seguridad (NDS) cuando un miembro de los talibán se ha inmolado dentro de vehículo militar, ha informado la cadena afgana de noticias Tolo News.
"La mayoría de las víctimas son empleados de NDS", han explicado fuentes de los servicios de emergencia, citadas por el canal de televisión.
Por su parte, el Ministerio de Interior ha precisado que el atentado habría tenido como objetivo un centro religioso de la ciudad de Gazni.
"Desafortunadamente los terroristas una vez más llevaron a cabo un brutal ataque con coche bomba esta vez en el centro islámico en la ciudad de Ghazni", ha escrito el portavoz de Interior, Tariq Arian, en su cuenta de Twitter.
El atentado se ha producido un día después de que el presidente Ashraf Ghani y el exjefe del Ejecutivo y gran rival político, Abdulá Abdulá, firmaran en Kabul el esperado acuerdo de unidad para poner fin a meses de tensiones internas a partir de la disputa del resultado de las polémicas elecciones presidenciales de 2019.
El llamado "acuerdo político" tiene como principal objetivo acabar con la disensión interna dentro del país en un momento clave marcado por las difíciles negociaciones con los talibán y la explosión de la pandemia de coronavirus en el país, que ya supera los 6.600 casos y se acerca a los 170 fallecidos.
La tensión en el seno del Gobierno afgano había dificultado enormemente unas, de por sí, complejas negociaciones con los talibán, históricamente desconfiados de las autoridades de Kabul, a las que consideran ilegítimas.
Aunque la firma de un acuerdo de paz preliminar con Estados Unidos el pasado mes de febrero parecía encarrilar la situación, los talibán han reanudado sus ataques durante el Ramadán -- con un saldo de 120 muertos y 350 heridos, según el Gobierno afgano -- a pesar de gestos de buena voluntad como el intercambio de presos entre las autoridades y los insurgentes.