Publicado 18/11/2020 21:37

AMP2.- Etiopía.- El Ejército etíope avanza hacia la capital de Tigray mientras la ONU pide acceso humanitario

Abiy niega que la ofensiva tenga un sesgo étnico y pide diferenciar a la población de Tigray del TPLF

Más de 30.000 etíopes se han refugiado ya en Sudán, superando la previsión de ACNUR de 20.000 en un mes

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Ejército etíope continúa su avance hacia Mekelle, la capital de Tigray, en el marco de lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, definió como el asalto "final" dentro de la ofensiva lanzada el pasado 5 de noviembre contra el Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF), que gobierna esta región norteña.

En un comunicado de la unidad de verificación del estado de emergencia decretado en Tigray, el Gobierno ha denunciado que la "junta" que gobierna la región, "ansiosa por el avance de las Fuerzas de Defensa", "ha destruido cuatro puentes que llevan a la ciudad de Mekelle y ha destruido una carretera asfaltada entre Shire y Axum".

"Además de los crímenes cometidos hasta ahora, la junta del TPLF tendrá que rendir cuentas pronto por la destrucción de infraestructura", ha advertido el Ejecutivo que en otro comunicado ha insistido en que el objetivo de la operación en curso son los gobernantes de la región, negando un sesgo "étnico" de la misma.

Por su parte, el gobierno regional ha denunciado que dos civiles murieron el lunes en un bombardeo aéreo sobre Mekelle y que 100.000 personas se han visto desplazadas por el conflicto, solicitando ayuda humanitaria urgente, según informa la agencia DPA.

Entretanto, el líder del TPLF y presidente de Tigray, Debretsion Gebremichael, ha confirmado este miércoles a una televisión local que las tropas etíopes se han hecho con el control de Shire y Axum, pero ha sostenido que se trata de un "éxito temporal" y prometido que sus fuerzas les derrotarán, según la BBC.

Por su parte, el ministro de Exteriores y vice primer ministro etíope, Demeke Mekonnen, sigue con su gira por la región para informar de la operación en Tigray. Este miércoles se ha reunido con el presidente de Ruanda, Paul Kagame, quien "ha expresado el deseo de una restauración rápida de la paz y la estabilidad", según la Presidencia ruandesa.

ABIY NIEGA UN SESGO ÉTNICO

Asimismo, Abiy ha reiterado en un comunicado la determinación del Gobierno de "mantener el respeto a la ley y llevar ante la justicia a los responsables de actos ilegales", al tiempo que ha rechazado que la ofensiva tenga "sesgo étnico o de cualquier otro tipo".

"Que no haya duda de que el objetivo principal de la operación para aplicar la ley en Tigray son los miembros insatisfechos, reaccionarios y canallas de la banda del TPLF que han estado desestabilizando Etiopía".

"El Gobierno federal pretende poner fin a la mortal ola de crímenes de este grupo en el seno del TPLF, que ha afectado también a personas en la región de Tigray" y ha manifestado que "la población de Tigray será la primera beneficiaria".

En este sentido, ha incidido en que la operación busca "avanzar hacia una comunidad fundada en el Estado de Derecho, la libertad, la unidad y la democracia". "Nuestra visión para Etiopía es la de una sociedad multinacional, en la que los muchos lazos que nos unen permitan cuidar nuestra diversidad mientras mantenemos nuestra unidad", ha añadido.

"Nuestra herencia y destino común es suficientemente fuerte como para superar la amenaza que suponen las maquinaciones divisivas, siniestras y tóxicas de la banda del TPLF", ha zanjado en su comunicado, publicado a través de la cuenta oficial de su oficina en la red social Twitter.

ÓRDENES DE ARRESTO

Por otra parte, las autoridades etíopes han dictado órdenes de arresto contra 76 miembros del Ejército, incluidos generales y coroneles, por presuntos actos de "traición", según ha informado la cadena de televisión etíope Fana.

La Policía de Etiopía ya emitió el 12 de noviembre órdenes de arresto contra cerca de un centenar de militares por su presunto papel en el ataque contra una base del Ejército en Mekelle, que desencadenó la ofensiva de Adís Abeba.

Así, la Policía ha argumentado que las nuevas órdenes han sido emitidas al hilo del anuncio del 12 de noviembre, que incluía a Debretsion y su portavoz, Getachew Reda, y en línea con las investigaciones abiertas tras el ataque contra la base del Ejército en la capital de Tigray.

En este sentido, ha pedido a la población, y en particular a los residentes en Tigray, las fuerzas de seguridad regionales y el Ejército "que jueguen su papel a la hora de llevar ante la justicia a los afectados y otros miembros de la junta del TPLF".

PETICIÓN DE ACCESO DE LA ONU

En otro orden de cosas, el subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock, ha expresado su preocupación por "cómo está evolucionando la situación humanitaria en el norte de Etiopía y las áreas vecinas", subrayando que ya antes de esta crisis en Tigray había casi un millón de personas necesitadas de ayuda humanitaria.

"La actual situación está aumentando las necesidades y la vulnerabilidad de la población local", ha subrayado, además de perturbar la labor de la ONU y otras organizaciones humanitarias.

"Pido pleno acceso para llegar a las personas necesitadas donde quiera que estén; paso seguro para los civiles que buscan asistencia; y seguridad para los trabajadores humanitarios", ha reclamado Lowcock, insistiendo en que estos últimos deben poder ofrecer asistencia "sin miedo a ser atacados".

En su último informa de situación, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), ha reconocido que el impacto humanitario del conflicto "aumenta a medida que pasan los días". Dentro de Tigray "varios cientos de personas se han visto desplazadas", muchas de las cuales se han dirigido hacia Shire, y está en curso una evaluación para "estimar la magnitud del desplazamiento y el alcance de las necesidades humanitarias".

Además, también hay informaciones de que algunos residentes en el sur de Tigray han cruzado hacia la región de Amhara, así como de personas en las zonas fronterizas de esta región que se han trasladado a zonas más alejadas de las áreas afectadas por el conflicto.

MÁS DE 30.000 REFUGIADOS

Por otra parte, según los últimos datos publicados el martes por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), unos 30.000 etíopes han cruzado ya la frontera hacia el este de Sudán huyendo del conflicto desde el 10 de noviembre, lo que supera las previsiones de 20.000 refugiados en un mes iniciales.

Desde el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) han llamado la atención sobre la falta de suministros médicos y apoyo en los centros de salud que ha visitado en Tigray y Amhara y que están atendiendo a los heridos por el conflicto. En un comunicado, ha indicado que la Cruz Roja Etíope ha trasladado a cientos de personas heridas en las zonas afectadas por los combates.

Según ha explicado, los hospitales y centros de atención primaria en las zonas afectadas por los combates y sus alrededores necesitan suministros, en particular camas, colchones, mantas y sábanas. Además, la cadena de suministro de medicinas y otros productos se ha visto perturbada. En el caso del hospital de Ayder, el único que trata a pacientes con diabetes en la región, necesita suministros para la diálisis.

Además, los delegados del CICR también han tenido acceso a personas detenidas en relación con el conflicto para verificar su estado y ofrecerles artículos de higiene y otros de primera necesidad, mientras que los equipos del comité y de la Cruz Roja Etíope en Mekelle están trabajando en una escuela local para ayudar a quienes desean contactar con sus familias. Más de 1.000 personas han solicitado esta ayuda.

"El apagón de telecomunicaciones en Tigray ha hecho prácticamente imposible que la gente contacte con sus familiares, provocando miedo y angustia sobre el paradero y la integridad de sus seres queridos", subraya la jefa de delegación del CICR en Adís Abeba, Katia Sorin.