Publicado 18/11/2020 17:04

AMP2.- RDCongo.- República Democrática del Congo cierra su último brote de ébola con 55 fallecidos

La OMS llama a aprender de la emergencia para garantizar la contención de la pandemia de COVID-19 y el reparto de vacunas en África

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El brote de ébola declarado a principios de junio en el noroeste de República Democrática del Congo (RDC) ha sido dado por contenido tras 42 días sin nuevos casos, después de que 55 personas hayan fallecido víctimas de una enfermedad que se ha cobrado la vida de casi la mitad de los contagios declarados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene registrados 119 casos confirmados y 11 probables, de los cuales 75 han concluido con la recuperación del paciente. La provincia de Equateur ha sido el epicentro de este brote, el undécimo que sufre el país africano.

Este brote, declarado el 1 de junio de 2020, se solapó de hecho con el décimo, declarado en la parte este de la RDC y que concluyó el 25 de junio con 2.299 fallecimientos registrados, sin que se hubiesen encontrado indicios de relación entre ambos contextos.

En el caso del de Equateur, el principal desafío para las labores de asistencia ha estado en el acceso, ya que a algunas de las zonas solo se ha podido acceder en barco o helicóptero. La "resistencia" de ciertas comunidades también ha jugado en contra de la contención de este brote, como ha ocurrido en otras emergencias anteriores, según un comunicado de la OMS.

El ministro de Sanidad congoleño, Eteni Longondo, que ha comparecido ante los medios para declarar oficialmente el fin del último brote, ha coincidido en que ha sido "un gran desafío logístico" en materia de respuesta y ha reconocido que las comunidades no siempre han seguido las "recomendaciones" de los equipos de respuesta, según Raido Okapi.

Por su parte, el responsable de la respuesta de Médicos Sin Fronteras (MSF), Guyguy Manangama, ha señalado que si bien en la anterior epidemia los principales desafíos fueron "la seguridad y de acceso a la población", en el caso de Equateur "el principal desafío fue el logístico, ya que muchas de las poblaciones donde aparecían casos estaban en lugares muy remotos y aislados".

"Por eso el brote que se da por finalizado hoy ha sido, en muchos sentidos, bastante diferente. No hemos visto grandes focos en entornos urbanos, sino casos esporádicos que no parecían extenderse de forma lineal", ha dicho Manangama. Así, los contagios se repartían por pequeñas localidades "de no más de 80 o 100 habitantes" y "dispersos por una vasta área".

Manangama ha explicado que en esta ocasión se ha optado por una asistencia al paciente "más cerca de casa, en instalaciones conocidas y accesibles para sus familiares", lo que en cierta medida ha contribuido a paliar las reticencias de los vecinos de la zona. En el caso del brote de Ituri y Kivu Norte, los equipos de asistencia fueron objetivo recurrente de ataques.

"Al enviar nuestros equipos móviles, también hemos tenido en cuenta las demás necesidades médicas que pudieran tener las personas; no nos hemos centrado solo en los pacientes de ébola. Y esto también ha contribuido en gran medida a la buena aceptación de nuestros equipos por parte de las comunidades", ha agregado el responsable de MSF.

ENSEÑANZAS PARA LA COVID-19

La OMS ha querido aplaudir la labor tanto de las comunidades locales como de los equipos que se han desplazados obre el terreno y que han logrado vacunar a más de 40.000 personas. Para esta inmunización, ha sido clave la utilización de congeladores que han permitido mantener las vacunas a 80 grados bajo cero y llevarlas incluso a lugares sin suministro eléctrico.

"Superar uno de los patógenos más peligrosos del mundo en comunidades remotas y de difícil acceso demuestra que es algo posible si la ciencia y la solidaridad se unen", ha destacado la directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti, que ha llamado a utilizar la técnica de distribución del ébola para garantizar el reparto de la vacuna contra el COVID-19.

La responsable ha admitido que "no ha sido fácil" compatibilizar la lucha contra las dos enfermedades, pero ha incidido ahora en la necesidad de aplicar las enseñanzas extraídas durante estos últimos meses, por ejemplo para tener en cuenta que es necesario "reforzar la capacidad local".

En el caso del ébola, la mayoría de los trabajadores que se han sumado a la campaña de contención fueron movilizados a nivel local y pudieron moverse rápidamente pese a los retos logísticos y de acceso. Así, la vacunación empezó apenas cuatro días después de que se declarase formalmente el brote.

La OMS ha llamado a no bajar la guardia ante la posibilidad de que se detecten nuevos casos, como ya ocurrió en el caso del brote declarado en la parte este del aís. En este sentido, el coordinador humanitario de la ONU en la RDC, David McLachlan-Karr, ve necesario "que los socios y las autoridades sanitarias sigan movilizados, con el apoyo y la contribución activa de todos, para evitar un nuevo brote".

McLachlan-Karr ha querido brindar su "reconocimiento" a los equipos de emergencia y alabar el "compromiso" de las comunidades locales, "sin las cuales la epidemia no habría podido contenerse tan rápidamente". Además, ha reconocido que la colaboración con la vecina República del Congo ha logrado "evitar que la enfermedad cruce el río" y salte al otro lado de la frontera.

NECESIDADES MÁS ALLÁ DE LA EPIDEMIA

El coordinador humanitario también ha aludido en su nota a las otras crisis que deja esta emergencia sanitaria y ha pedido apoyo tanto para los huérfanos que se han quedado sin padres o tutores como para los supervivientes de la enfermedad, marcados en muchas ocasiones por el estigma.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha recordado que once niños figuran en la lista de contagios del último brote, que ha provocado también la muerte de dos menores de edad. El representante de UNICEF en la RDC, Edouard Beigbeder, ha avisado de que "aunque el brote ha terminado, los niños afectados por la epidemia de ébola seguirán necesitando atención y cuidados especiales a medida que las comunidades afectadas comiencen a volver a la vida normal".

Guyguy Manangama, de MSF, ha apuntado sin embargo que respuestas como la brindada en Equateur demuestran que, poco a poco, el ébola deja de estar ligado indisolublamente a la muerte. "Este virus mortal por fin está comenzando a parecer una enfermedad muy grave pero tratable, e incluso prevenible hasta cierto punto mediante la vacunación, en lugar de una amenaza biológica", ha remachado.