Publicado 03/02/2022 22:51

AMP2.- Siria.- Estados Unidos mata al líder de Estado Islámico en una operación en el noroeste de Siria

Biden confirma que Al Quraishi se inmoló para evitar su captura y provocó víctimas civiles

MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este jueves la muerte del líder de Estado Islámico, Abú Ibrahim al Hashimi al Quraishi, durante una operación llevada a cabo por las fuerzas especiales estadounidenses en la provincia siria de Idlib (noroeste).

"La pasada noche y bajo mis órdenes, las fuerzas militares de Estados Unidos en el noroeste de Siria llevaron a cabo de forma exitosa una operación antiterrorista para proteger al pueblo estadounidense y a nuestros aliados y hacer del mundo un lugar más seguro", ha manifestado.

"Gracias a las capacidades y la valentía de nuestras Fuerzas Armadas, hemos sacado del campo de batalla a Abú Ibrahim al Hashimi al Quraishi, el líder de Estado Islámico", ha indicado Biden en un breve comunicado publicado por la Casa Blanca tras la operación.

En una comparecencia posterior ante los medios, el mandatario ha reconocido que fue una intervención "complicada", en la que se optó por desplegar fuerzas especiales en lugar de por un ataque aéreo para "minimizar" los daños colaterales. Sin embargo, y aunque se tomaron "todas las precauciones", varios civiles habrían perdido la vida.

Por su parte, el máximo general de Comando Central, el general Frank McKenzie, ha detallado que el objetivo principal de la operación era "capturar al líder de Estado Islámico".

Biden ha asegurado que fue Al Quraishi quien decidió estar "rodeado" de civiles, niños incluidos, y ha confirmado que se inmoló antes de ser capturado y "enfrentarse a la justicia" por los crímenes cometidos", como también hizo en su día su predecesor, Abu Bakr al Baghdadi.

"No le importaron la vida de sus propios familiares ni de otras personas en el edificio", ha afirmado el mandatario norteamericano, que aún está a la espera de conocer todos los detalles de una operación que Washington ha catalogado de éxito, bajas al margen.

Biden ha advertido de que Estados Unidos seguirá "vigilante" frente al terrorismo. "La operación de anoche (...) envía un mensaje contundente a los terroristas de todo el mundo: iremos tras vosotros y os encontraremos", ha sentenciado en una breve alocución sin preguntas.

Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha celebrado que esta operación es "una victoria significativa en la lucha global para desorganizar y desmantelar a Estado Islámico".

"La muerte de Al Quraishi asesta un golpe significativo a Estado Islámico. Ahora Estados Unidos y nuestros socios en la Coalición Global para Derrotar a Estado Islámico continuarán con el esfuerzo. Nuestro objetivo es la derrota duradera (...) y esa lucha continúa", ha zanjado.

VARIOS NIÑOS MUERTOS

Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha señalado que trece personas, incluidos cuatro niños, han muerto en el marco de la operación en la provincia de Idlib y ha agregado que fue llevada a cabo entre la medianoche y las 3.30 horas (hora local).

El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha destacado que Estados Unidos envió a sus fuerzas especiales al área de Atmé, cerca de la frontera con Turquía, y ha agregado que "la muerte de trece personas, entre ellas cuatro niños y tres mujeres, ha sido verificada y confirmada".

Así, la ONG Save The Children ha mostrado su pesar por estas muertes, las cuales ha calificado como "inaceptables". "Los niños nunca deben ser reducidos a daños colaterales", ha manifestado en sus redes sociales, donde además ha exigido "una investigación urgente" de lo ocurrido.

Sin embargo, Blinken ha remarcado que la operación se ha desarrollado con "un cuidado extraordinario para proteger vidas inocentes y evitar bajas de no combatientes", pero ha lamentado que Estado Islámico haya revelado su "desprecio por la vida humana" cuando Al Quraishi "eligió detonar una bomba suicida".

La operación ha sido lanzada días después de que las fuerzas de seguridad kurdas recuperaran el control de la prisión de Ghueiran, en la provincia de Hasaka (noreste), tras cerca de una semana de enfrentamientos con Estado Islámico, que lanzó un asalto para intentar liberar a cientos de miembros del grupo detenidos en las instalaciones.

De hecho, según ha informado en rueda de prensa el portavoz del Pentágono, John Kirby, Al Quraishi habría estado involucrado en esta fuga, así como en la "masacre y violación de yazidíes inocentes" en el año 2014

Al Quraishi asumió el cargo al frente de Estado Islámico tras la muerte del anterior jefe del grupo yihadista, Abú Bakr al Baghdadi, en una operación similar llevada a cabo en octubre de 2019 por las fuerzas especiales en la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía.