El disparo de proyectiles desde la Franja provoca una suspensión de operaciones en el aeropuerto de Ben Gurión
MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El balance de muertos a causa de los bombardeos ejecutados este miércoles por parte de las Fuerzas Armadas de Israel contra "operativos" de Yihad Islámica en la Franja de Gaza ha ascendido a cuatro, en medio de un repunte de las tensiones tras los ataques aéreos del martes, que dejaron al menos 15 muertos, incluidos tres altos cargos del grupo.
"Acabamos de atacar a operativos de la organización terrorista Yihad Islámica en un punto de lanzamiento de cohetes en Gaza", ha señalado el Ejército israelí en un breve mensaje en su cuenta en la red social Twitter, en el marco de la operación 'Escudo y Espada'. Tras ello, la agencia palestina de noticias Maan ha detallado que el bombardeo ha sido ejecutado contra un punto al este de la ciudad de Jan Yunis (sur), con al menos un muerto y un herido.
Apenas unas horas después, el Ejército israelí ha reseñado en Twitter que "sigue atacando contra medios de lanzamiento de cohetes de Yihad Islámica en la Franja de Gaza". Los medios palestinos han informado de un segundo muerto tras estos nuevos ataques, en esta ocasión en el norte del enclave.
Posteriormente, el Ministerio de Sanidad gazací ha indicado en un mensaje en su cuenta en la red social Facebook que otros dos palestinos han muerto y un tercero ha resultado herido en un bombardeo en la ciudad de Rafá, situada en el sur de la Franja y en la frontera con Egipto.
Poco después de este último bombardeo, varios proyectiles han sido lanzados desde la Franja de Gaza contra territorio israelí, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas. Así, varias localidades israelíes situadas cerca del enclave han visto cómo saltaban las alarmas aéreas tras los disparos.
Las alarmas aéreas han sonado en las ciudades de Sderot y Ascalón, mientras que el sistema 'Cúpula de Hierro' ha interceptado varios de los proyectiles, según ha recogido la cadena de televisión pública Kan a través de su cuenta en la red social Twitter. Los disparos son los primeros desde el inicio de los bombardeos durante la jornada del martes.
El disparo de proyectiles ha provocado una suspensión temporal de los despegues y aterrizajes en el aeropuerto de Ben Gurión, situado entre Tel Aviv --donde han sonado también las alarmas antiaéreas-- y Jerusalén.
El portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) Abdelatif al Qanu ha especificado que el grupo está implicado en los ataques y ha detallado que han sido llevados a cabo en coordinación con otras formaciones como "parte de la respuesta al crimen de ayer", en referencia a los bombardeos del martes, según el diario israelí 'Haaretz'.
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se ha reunido con su predecesor y ahora líder opositor Yair Lapir para abordar la situación de seguridad y los últimos ataques contra objetivos de Yihad Islámica en el enclave palestino.
El propio Netanyahu afirmó el martes que "Israel hará lo que tenga que hacer para proteger al Estado y a la población". "La política de Israel es clara y nuestro mensaje a los terroristas también es claro: Pueden huir, pueden esconderse, pero al final Israel les alcanzará", recalcó.
A primera hora de este mismo miércoles han muerto dos palestinos durante una redada del Ejército israelí en la ciudad cisjordana de Yenín, tras lo que Yihad Islámica ha indicado que ambos muertos son integrantes del grupo.
Yihad Islámica advirtió tras los bombardeos del martes --en los que murieron también cuatro niños-- de que su respuesta "no se aplazará" y acusó al "enemigo sionista" de una "masacre terrorista, traicionera y atroz". Por su parte, Hamás reseñó en un comunicado que "la ocupación pagará el precio por sus crímenes y agresión, que no romperán la voluntad de la gente para continuar su resistencia".
Los bombardeos tienen lugar durante la previamente acordada tregua, en vigor desde el pasado miércoles, tras el intercambio de más de 100 cohetes en uno de los momentos más tensos entre israelíes y palestinos en las últimas semanas, a raíz de la muerte en prisión durante una huelga de hambre de Jader Adnan, un alto cargo de Yihad Islámica.