MADRID 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Angola, Joao Lourenço, ha "condenado enérgicamente" la violencia registrada en el país esta semana en el marco de los disturbios que estallaron durante la huelga decretada por el sector del taxi contra el aumento de los precios de la gasolina, pero ha defendido la actuación de las fuerzas de seguridad.
"Claramente, las fuerzas del orden actuaron dentro del marco de sus funciones y, por lo tanto, el orden se restableció rápidamente y la vida volvió a la normalidad. No obstante, las consecuencias de los actos perpetrados por ciudadanos irresponsables, manipulados por organizaciones antipatrióticas (...), han provocado luto, la destrucción de bienes públicos y privados (...)", ha declarado.
Lourenço, que se ha pronunciado por primera vez al respecto, ha "condenado enérgicamente estos actos criminales" y ha "lamentado la pérdida de vidas humanas", mientras que ha aprovechado la ocasión para expresar sus "más sinceras condolencias" a las familias afectadas.
"A principios de esta semana, durante aproximadamente dos días, el país vivió momentos de angustia debido a los disturbios ocurridos, cuyo epicentro fue la ciudad de Luanda. Las huelgas y manifestaciones son derechos ciudadanos consagrados en la Constitución cuando se realizan únicamente con el fin de exigir derechos o protestar", ha expresado.
Sin embargo, ha considerado que desde el lunes "presenciaron actos premeditados de destrucción de propiedad pública y privada, asaltos y saqueos a establecimientos comerciales, amenazas y coacciones a ciudadanos pacíficos para que no se movilicen, no se presenten a trabajar, incluso utilizando sus propios medios de transporte y no siendo taxistas, el único sector social que declaró la huelga".
El jefe de Estado del país africano sí ha reconocido que "todavía hay muchos problemas sociales por resolver" y ha asegurado que "el Estado está haciendo todo lo posible, invirtiendo en servicios sociales, salud, educación, vivienda y creación de empleo". "También contamos con el sector privado, las cooperativas y el trabajo autónomo, que, para ser justos, también han hecho todo lo posible por generar empleo", ha agregado.
En este sentido, ha adelantado que el Gobierno aprobará la semana que viene "medidas de apoyo a las empresas afectadas por la ola de vandalismo, con el fin de reponer sus existencias de forma más rápida y preservar los empleos amenazados".
NUEVO BALANCE ACTUALIZADO DE VÍCTIMAS
En la víspera, el portavoz de la Policía de Angola, Mateus Rodrigues, informó de que había aumentado a 30 los muertos y a 277 los heridos por los disturbios. Además, precisó que 110 de los heridos son agentes del cuerpo policial.
También cifró en 1.515 los detenidos por su presunta participación en saqueos y ataques a las fuerzas de seguridad, según ha recogido la agencia de noticias Angop.
Asimismo, indicó que alrededor de 120 locales resultaron dañados, principalmente en la capital, Luanda, así como decenas de vehículos de transporte público, civiles, de las fuerzas de seguridad e, incluso, una ambulancia.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pidió el jueves a las autoridades angoleñas que investigaran la muerte de personas y las violaciones de Derechos Humanos que tuvieron lugar durante las protestas, mientras que pidió a las fuerzas de seguridad que se abstuvieran "de recurrir al uso innecesario o desproporcionado de la fuerza para mantener el orden público".