Actualizado 06/07/2009 17:18

Año 2009 sigue siendo peligroso, advierte Banco Mundial a G-8

Por Laura MacInnis

GINEBRA (Reuters/EP) - El Grupo de los Ocho países más industrializados no debería asumir que la recuperación de la economía global está cerca, dijo el presidente del Banco Mundial Robert Zoellick en una carta dirigida al anfitrión del G-8, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

Reuters tuvo acceso el lunes a la carta, fechada el 1 de julio y copiada a todos los líderes del G-8. También decía que las intervenciones de los bancos centrales y los Gobiernos parecía haber "frenado la caída de la economía global" al estabilizar los mercados financieros y alentar la demanda.

"Pero el 2009 sigue siendo un año peligroso. Los recientes avances podrían revertirse fácilmente y el ritmo de la recuperación del 2010 está lejos de estar garantizado", escribió Zoellick.

"Reconozco que algunos países desarrollados ahora consideran un conjunto de políticas que asume que la recuperación está al alcance de la mano. Pero para el mundo en desarrollo, es demasiado pronto para pensar en tales medidas", agregó.

Se prevé que los jefes de Gobierno del G-8 emitan una declaración sobre la situación económica mundial durante su encuentro en la ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia.

En la reunión se discutirá la necesidad de la regulación financiera, junto con las perspectivas para Oriente Medio, Irán, Corea del Norte y la piratería somalí.

En su carta, Zoellick enfatizó que la cumbre del 8 al 10 de julio también debería centrarse "en la difícil situación de los pobres del mundo en desarrollo".

El Banco Mundial estima que el producto interno bruto (PIB) de los países en desarrollo sin contar a China e India bajará el 1,6 por ciento este año, "causando más pérdidas de empleos y aumentando la pobreza", dijo Zoellick.

"Un declive en la tasa de crecimiento promedio del PIB en los países en desarrollo de 1 punto porcentual puede atrapar hasta 20 millones de personas más en la pobreza extrema", escribió Zoellick.

El funcionario mencionó las caídas en las remesas, las exportaciones, la inversión y los ingresos del turismo, que continuarían perjudicando a los países más pobres por algún tiempo.

En el año al 30 de junio, el Banco Mundial comprometió 60.000 millones de dólares en asistencia a las naciones en desarrollo, gran parte de esa suma para proyectos de infraestructura.

Zoellick dijo que las naciones ricas no deberían retener los compromisos de asistencia adicional a pesar de la incertidumbre económica.