Actualizado 26/10/2017 08:39

Un año después de la resolución de la ONU contra el bloqueo, Cuba muestra su continuidad

Un cubano fuma un puro ante las banderas de EEUU y Cuba
UESLEI MARCELINO/REUTERS

   LA HABANA, 26 Oct. (Notimérica) -

   La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es el mayor órgano deliberativo internacional, donde los 193 estados miembros adoptan resoluciones vinculantes sobre la seguridad y la paz en el mundo, reunidos en una misma sala. Pero no siempre los mandatos de la ONU surten los efectos esperados.

   Este es el caso del levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos hacia Cuba, conflicto que ha sido motivo de debate en el pleno de la ONU de forma anual durante los últimos 25 años, con todos los votos a favor de su adopción excepto el de Estados Unidos e Israel.

   Pero algo cambio en el año 2016 cuando, el 26 de octubre, hace hoy un año, la ONU consiguió aprobar la Resolución 71/5 de la Asamblea General de la ONU, titulada "necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba" con 193 votos a favor y ni uno en contra, tan solo con las abstenciones de Estados Unidos e Israel.

   Con la apertura que el presidente estadounidense, Barack Obama, había comenzado hacia Cuba, incluso llegando a reunirse con el presidente del país, Raúl Castro, y esta declaración de intenciones ante el mundo era razonable pensar que la situación cambiaría para la isla.

   Este año, el fin del bloqueo económico volverá a ser debatido en la Asamblea General de la ONU, con un presunto voto en contra del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, tras sus reiteradas declaraciones contrarias al levantamiento del bloqueo. Un paso atrás en las relaciones diplomáticas de ambos países que Cuba condena claramente.

CONTINÚA EL BLOQUEO

   Cuba ha denunciado en numerosas ocasiones, también ante la ONU, que el bloqueo aplicado por Estados Unidos continúa y, es más, se ha recrudecido tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, lo que supone una serie de efectos muy negativos para la economía de la isla.

   El informe cubano sobre esta resolución, un año después de su adopción, determina que las leyes estadounidenses que sostienen el bloqueo continúan vigentes "y son aplicadas por las agencias del Gobierno de los Estados Unidos, especialmente por los Departamentos de Tesoro y Comercio y, en particular, la Oficina de Control de los Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés)".

   El documento se refiere a leyes como la 'Ley de comercio con el enemigo' (TWEA, por sus siglas en inglés), las 'Regulaciones para el control de activos cubanos del Departamento del Tesoro' o la 'Ley de reforma a las sanciones comerciales y ampliación de las exportaciones'.

   Por otro lado, también han denunciado medidas de recrudecimiento del bloqueo por parte de los Estados Unidos, anunciadas el 16 de junio por Donald Trump, bajo el título 'Memorando presidencial de seguridad nacional sobre el fortalecimiento de la política de los Estados Unidos hacia Cuba'.

   En este documento se incluyen líneas de actuación como la aplicación estricta de la prohibición de viajar a Cuba fuera de los 12 supuestos que autoriza el país, la prohibición de transacciones económicas, comerciales y financieras con organismos o empresas vinculados a la Fuerzas Armadas de Cuba o la eliminación de "viajes individuales bajo la categoría de intercambios pueblo a pueblo".

   Con la alegación de estos motivos, Cuba pretende denunciar ante la ONU el paso atrás a las relaciones bilaterales impuestas por el presidente Trump, muy alejadas de las últimas consideraciones de su predecesor, quien consideraba el bloqueo un asunto caduco y del pasado y había advertido la necesidad de marchar en busca de unas relaciones positivas con la isla.

LOS EFECTOS

   Con respecto a los efectos que la continuidad del bloqueo ha causado en Cuba, según expone el Gobierno cubano, el derecho a la salud ha sido uno de los más vulnerados debido a las "dificultades para adquirir en los mercados estadounidenses medicamentos, reactivos, piezas de repuesto para equipos de diagnóstico y tratamiento, instrumental médico, y otros ínsumos necesarios para el funcionamiento del sector".

   El derecho a la educación también se ha visto violentado debido al bloqueo económico por la dificultad de importar materiales necesarios así como a la tecnología necesaria para la investigación y el estudio en el caso de la educación superior.

   El documento aporta diversos ejemplos de las consecuencias en estos ámbitos durante el último año, como que "el sector de Educación Superior, hubiera ahorrado 112.000 dólares de haber podido importar desde el puerto de Miami, Florida, 96 contenedores con materiales para las universidades del país".

   El bloque económico, comercial y financiero también ha truncado el derecho al Desarrollo en industrias como la médica, la turística, el sector de las comunicaciones y la informática, la energía o la construcción.

   Cuba también apunta a los numerosos efectos económicos que ha tenido el bloqueo, que se han visto reflejados en el comercio exterior y la inversión extranjera en el país, muy baja por el aumento del coste de las financiaciones debido al concepto de riesgo.

   En este documento Cuba denuncia que Estados Unidos ha ignorado las resoluciones de la ONU sobre el bloqueo, algo que se ha acentuado tras la llegada a la Presidencia del presidente Trump.

   El coste del bloqueo no es solo económico, sino también moral, ya que las dificultad de comercio, financiación y desarrollo que sufre la isla la impide evolucionar a la misma velocidad de otros países de su entorno, motivo por el cual la ONU se ha pronunciado hasta en 25 ocasiones de la necesidad urgente de terminar con este bloqueo, que debería ser un conflicto del pasado.