Publicado 19/06/2023 17:57

Argelia/Francia.- Nuevo 'rifirrafe' entre Argelia y Francia por el himno argelino con la visita de Tebune aún pendiente

Archivo - ALGIERS, Aug. 27, 2022  -- Algerian President Abdelmadjid Tebboune (R) holds a seeing-off ceremony for French President Emmanuel Macron in Algiers, Algeria, on Aug. 27, 2022. Algeria and France on Saturday signed a joint declaration for a "ren
Archivo - ALGIERS, Aug. 27, 2022 -- Algerian President Abdelmadjid Tebboune (R) holds a seeing-off ceremony for French President Emmanuel Macron in Algiers, Algeria, on Aug. 27, 2022. Algeria and France on Saturday signed a joint declaration for a "ren - Europa Press/Contacto/Algerian Presidency

París ve "a destiempo" la decisión del presidente argelino de recuperar la estrofa que menciona a Francia en determinados actos

MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

Una estrofa del himno nacional argelino ha sido el último motivo de 'rifirrafe' entre Francia y Argelia en una relación que se ha caracterizado por los altibajos y que no termina de recuperarse pese al compromiso de los dos presidentes, Emmanuel Macron y Abdelmayid Tebune, de pasar página.

El mandatario argelino, que tiene pendiente una visita oficial a París para la que sigue sin haber fecha prevista tras varios aplazamientos, aprobó a finales de mayo un decreto para regular el uso del 'Kassaman', el himno nacional elaborado por el poeta Mufdi Zakaria en plena guerra de independencia de Francia (1954-1962).

En su tercera estrofa, el himno hace mención expresa a Francia, a la que se advierte de que "el tiempo de las palabras ha pasado" y de que es el momento de "rendir cuentas", subrayando que será la "revolución" en curso la que emitirá su "veredicto".

Aunque dicho párrafo nunca había llegado a suprimirse, por regla general se solía usar solo una versión abreviada del himno en buena parte de las ocasiones. En 1986, el entonces presidente, Chadli Bendjedid, intentó sin éxito que se suprimiera la mención a Francia por lo que aprobó un decreto presidencial limitando su uso.

Así, la versión extendida solo se utilizaría en la ceremonia de toma de posesión del presidente de la República y durante la apertura y clausura del congreso del Frente de Liberación Nacional (FLN), por aquel entonces partido único en el país magrebí.

Ahora, lo que ha hecho Tebune ha sido estipular que deberá sonar de forma íntegra en todos los actos en los que esté presente el jefe de Estado, si bien, según el portal 'Tout sur l'Algerie', esto no incluiría los eventos en los que esté presente un mandatario extranjero.

FRANCIA VE "A DESTIEMPO" LA DECISIÓN

El gesto ha generado cierto estupor en Francia, cuya relación con su antigua colonia no ha sido nunca fácil. La ministra de Exteriores gala, Catherine Colonna, reconoció el viernes pasado en una entrevista en LCI que la decisión le parecía "un poco a destiempo", cuestionando la extensión del uso de un himno que "data de otra época", en este caso la de la descolonización.

"No se trata de olvidar nuestra historia", sostuvo la jefa de la diplomacia gala, asegurando que Francia "no se lo pide a nadie y no desea hacerlo". "Se trata de mirarla de cara y de superarla", reivindicó Colonna, tras admitir que la historia común de los dos países ha tenido episodios "dolorosos" pero también algunos "felices".

Así las cosas, la jefa de la diplomacia francesa reiteró que París y Argel siguen trabajando en una próxima visita de Tebune a Francia, si bien admitió que aún no se ha fijado una fecha. Macron viajó a Argelia a finales de agosto pasado y se esperaba que el mandatario argelino devolviera la visita en los meses siguientes. A la fecha de mayo siguió luego una tentativa de la segunda mitad de junio, pero por ahora no ha habido anuncio oficial.

El hecho de que siga sin concretarse la visita de Tebune a París pone de manifiesto que la relación bilateral no atraviesa su mejor momento y ello pese a que la comisión conjunta de historiadores encargada de revisar la colonización por Francia de Argelia, principal hito del desplazamiento del presidente galo a Argel, echó a andar en abril.

La nueva etapa que arrancó con el viaje de Macron a la capital argelina se topó pronto con un primer encontronazo, a resultas del caso de una activista franco-argelina detenida en Túnez y buscada por Argelia a la que los servicios consulares galos consiguieron sacar con destino a Francia.

El Gobierno argelino llamó a consultas a su embajador en París --el mismo que había retirado meses antes de Madrid como respuesta al apoyo español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara-- para hacer ver su malestar, pero el agua volvió a su cauce semanas más tarde con el retorno del diplomático a su puesto.

POLÉMICA POR EL ACUERDO MIGRATORIO

Sin embargo, ya antes de la polémica por el himno, el debate en torno al acuerdo migratorio suscrito por los dos países en 1968 había caldeado el ambiente en Argelia, donde se cuestionaba la idoneidad de una visita de Tebune en este contexto.

Dicho acuerdo regula la entrada, estancia y empleo de argelinos en Francia, favoreciendo en algunos casos a estos frente a nacionales de otros países.

El encargado de abrir el melón fue el antiguo embajador francés en Argelia Xavier Driencourt, quien en un artículo publicado a finales de mayo se mostró partidario de denunciar el acuerdo. A él se sumaron otras voces, principalmente procedentes de las filas de Los Republicanos, el principal partido de derecha galo, como el presidente del Senado, Gérard Larcher, que también apostaron por una revisión del mismo.

A ellos vino a sumarse Edouard Philippe, quien fuera primer ministro con Macron y presumible presidenciable en las próximas elecciones. "Las razones que han llevado a la negociación y la adopción de este acuerdo y la situación actual me llevan a pensar que ha llegado el momento de dar marcha atrás", sostuvo en declaraciones a 'L'Express'.

En este contexto, Los Republicanos anunciaron a principios de junio que presentarían una proposición de resolución solicitando la supresión del acuerdo de 1968, que consideran "extremadamente favorable" a la inmigración argelina y subrayando que el contexto en que se negoció es "muy diferente de las realidades contemporáneas".

Dicho acuerdo confiere "un derecho automático a la inmigración injusta, injustificada, no merecida e inapropiada" a los argelinos, añade la propuesta, de la que se hizo eco la prensa gala. No obstante, el texto no podrá ser debatido hasta el próximo diciembre y aunque saliera adelante no tiene carácter vinculante para el Gobierno francés.