MADRID 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de transición de Malí ha anunciado este jueves que ha presentado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) una solicitud para iniciar un procedimiento contra Argelia tras el derribo en abril de un dron del Ejército maliense en una localidad ubicada cerca de la frontera común, alegando que violó su espacio aéreo.
"Mediante esta solicitud presentada ante la CIJ, el Gobierno de Malí reafirma la urgente necesidad de que los Estados patrocinadores y exportadores del terrorismo en el Sahel dejen de ser una amenaza para la paz y la seguridad regionales y trabajen de buena fe para contribuir a la estabilidad, única garantía de la seguridad colectiva y del desarrollo sostenible", reza un comunicado del portavoz del Ejecutivo, Abdulaye Maiga.
Asimismo, ha recordado que han realizado "diversas solicitudes, que hasta la fecha no han recibido respuesta, consistentes en solicitar a las autoridades argelinas que aporten pruebas de la presunta violación de su espacio aéreo por parte de dicho dron".
No obstante, ha reiterado que "la destrucción del dron en territorio maliense constituye no solo una agresión, un acto hostil, inamistoso y condescendiente por parte de Argelia, sino también, y sobre todo, una clara violación del principio de no uso de la fuerza y un acto de agresión", de conformidad con la Carta de Naciones Unidas y el acta constitutiva de la Unión Africana, entre otros.
"Esta flagrante agresión, que el Gobierno denuncia enérgicamente y cuyo objetivo era obstaculizar la neutralización de grupos terroristas armados por parte de las Fuerzas Armadas, es la culminación de una serie de actos hostiles y acciones maliciosas, denunciadas reiteradamente por las autoridades malienses, y demuestra claramente una colusión malsana entre los terroristas y el régimen argelino, que les otorga protección", ha concluido.
Tras el incidente, Argelia cerró su espacio aéreo a Malí, que posteriormente hizo lo propio con el suyo. Además, ambos países llamaron a consultas a sus respectivos embajadores, en un recrudecimiento de sus fracturadas relaciones bilaterales que abre una crisis de consecuencias impredecibles en un contexto tan convulso como el Sahel.