BUENOS AIRES, 26 May. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha celebrado este sábado la 'década kirchnerista' al frente del país con un multitudinario acto celebrado en la plaza de Mayo y ha negado que esté enfilando un "fin de ciclo".
Acompañada por todo su gabinete, varios gobernadores y prominentes dirigentes de su partido, Fernández de Kirchner les ha exhortado a encadenar "otra década más" en el poder para cimentar su proyecto político. "A esta década ganada queremos que le siga otra más", ha afirmado.
"No soy eterna, lo he dicho muchas veces y tampoco lo quiero ser, pero es necesario empoderar al pueblo y a la sociedad de estas reformas y conquistas para que ya nunca nadie más se los pueda arrebatar", ha argumentado Fernández de Kirchner.
La mandataria argentina ha subrayado que, bajo el mandato de su difunto marido, Néstor Kirchner, comenzó "el proceso de transformación y el cambio más importante de las últimas décadas" pese a ser, según ella, el presidente menos votado en unos comicios.
Es más, Fernández de Kirchner, en su repaso a la historia reciente de Argentina, ha señalado que después de Juan Perón y Evita, su marido y ella han sido los "más difamados y ultrajados". "Soy la personas más difamadas y ultrajados después de Perón y Evita", ha personalizado.
En este sentido, Fernández de Kirchner ha reiterado sus reproches a los medios de comunicación por querer "dividir a los argentinos, instaurar climas de división, de insulto, de agravio y de odio permanente" en el país, según ha informado el diario argentino 'La Nación'.
"No van a poder conmigo, no van a escuchar una sola palabra de ofensa", ha reafirmado la presidenta, que ha llegado a aventurar que cuando ella abandone la política se acabará "todo lo obtenido en esta década ganada".
Aparte del acto en la plaza de Mayo, haciéndolo coincidir con el 203º aniversario del a Revolución de Mayo, la presidenta argentina ha llamado a la "unidad" a los argentinos, en un discurso pronunciado en la cadena nacional durante casi 40 minutos en los que, además, dedicó fuertes críticas a la oposición.