Actualizado 23/12/2010 00:02

Condenan a los ex represores Videla y Menéndez a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad


BUENOS AIRES, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba ha condenado este miércoles a cadena perpetua a los ex represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez, tras ser hallados culpables de delitos de lesa humanidad contra 31 opositores que murieron durante la última dictadura militar (1976-1983).

Esta es la segunda cadena perpetua que recae sobre el ex dictador Videla, de 85 años, y la quinta para el ex general Menéndez, de 83, quien actualmente disfruta del beneficio de prisión domiciliaria por su delicado estado de salud.

El tribunal también ha establecido que los dos ex represores deberán cumplir su condena en una prisión común. Una junta médica determinará si Menéndez está en condiciones para pasar sus últimos años de vida en una cárcel dependiente del Servicio Penitenciario Nacional de Argentina.

Los jueces Jaime Díaz Gavier, Carlos Lazcano y José Pérez Villalobo condenaron también a otros 28 ex represores a los que encontraron culpables de los delitos de tormentos, homicidio y privación ilegal de la libertad. Videla, juzgado en calidad de presidente de la junta militar, ha sido considerado el "autor mediato de la imposición de tormentos agravados y homicidio calificado por alevosía", entre otros cargos.

Esta decisión pone fin al juicio que comenzó el pasado 2 de julio en Córdoba por los crímenes cometidos en la Unidad Penitenciaria San Martín (UP1), donde fueron fusilados 31 opositores mediante la Ley de Fugas, que consistía en planificar escapes para justificar asesinatos.

Videla había sido sentenciado por otras violaciones a los Derechos Humanos en el marco del histórico juicio a las Juntas Militares celebrado en 1985. Pero cinco años después recobró la libertad gracias a un indulto del entonces presidente Carlos Menem, beneficio que perdió en 2005 cuando la Corte Suprema de Argentina declaró esta resolución como inconstitucional.

El juicio en Córdoba ha sido considerado el más importante que se ha celebrado contra Videla, quien actualmente se encuentra detenido en la prisión de Campo de Mayo, la principal base militar argentina, tras haber perdido en octubre de 2008 el beneficio de prisión domiciliaria ante la gravedad de los hechos que se le imputan.

El ex dictador es considerado el principal ideólogo del llamado Proceso de Reorganización Nacional que comenzó con el golpe de Estado de marzo de 1976, con el que se persiguieron a miles de opositores al régimen que fueron encerrados en centros clandestinos y sometidos a cruentas torteras hasta morir.

En su comparecencia de este martes, Videla había justificado los hechos de represión cometidos durante la última dictadura, alegando que Argentina estaba sumida en "un conflicto bélico interno" que obligó a la intervención de los militares.

El ex dictador ha insistido en que los uniformados libraron "una guerra justa" porque esa nación sudamericana estaba sumida en "una guerra no clásica, irregular", en la que "se usaba la fuerza contra el enemigo que intentaba modificar la forma de vida de la sociedad argentina", pero que además "contó con el apoyo mayoritario de la ciudadanía, que se sintió aliviada".

En los alrededores del tribunal se encontraban decenas de personas y representantes de organizaciones civiles que estallaron en llanto cuando conocieron el veredicto. Dentro de la sala estaban reconocidas personalidades como el secretario de Derechos Humanos de Argentina, Eduardo Luis Duhalde; el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; y el secretario de Derechos Humanos de la provincia, Raúl Sánchez; entre otros.

"ASALTO" DE LOS SOVIÉTICOS

Horas antes de conocer el veredicto, Menéndez hizo uso de su derecho a palabra y, al igual que Videla, justificó las acciones de la dictadura alegando que Argentina había "sufrido el asalto de los subversivos marxistas que por orden de la Unión Soviética y su sucursal americana, Cuba, querían someter al país a su sistema".

"El propósito de los subversivos al declarar la guerra revolucionaria era asaltar el poder para instalar un régimen comunista y la Argentina se convertiría en un triste satélite de Rusia y dejaríamos de ser libres", ha afirmado quien durante el régimen fue titular del Tercer Cuerpo del Ejército.

Durante la dictadura "nunca perseguimos a alguien por sus ideas", ha afirmado, en un intento por convencer al jurado de que las acciones militares de finales de los setenta tenían como objetivo frenar a las "fuerzas subversivas que ensangrentaron el país, secuestraron a 1.750 personas y perpetraron 300 atentados en toda Argentina".

Uno de los principales objetivos del proceso, ha explicado, era evitar que Argentina se convirtiera en lo que hoy es Colombia. "¡Miren a Colombia. Miren lo que habría pasado si no hubiésemos actuado contra la guerrilla!", ha aseverado.

"Las Fuerzas Armadas ahorraron sufrimiento a la patria y nosotros estamos siendo juzgados por supuestos crímenes. Tenemos el mérito de ser el primer país que juzga a los soldados victoriosos", ha subrayado el ex general.