Publicado 02/11/2015 21:57

Argentina, dividida entre el amor y el odio al 'kirchnerismo'

   BUENOS AIRES, 2 Nov. (Reuters/Notimérica) -

   Una segunda vuelta de las elecciones argentinas el próximo 22 de noviembre enfrentará al oficialista Daniel Scioli, que ganó la primera ronda pero obtuvo un resultado por debajo del esperado, y al opositor de centroderecha Mauricio Macri, que consiguió un caudal de votos superior al que predecían las encuestas.

   La mezcla de nacionalismo económico, un expandido sistema de seguridad social y controles al comercio y al mercado de divisas de la presidenta peronista, Cristina Fernández de Kirchner, ha polarizado aún más a la sociedad argentina, que se divide entre los que condenan sus medidas económicas y aquellos que consideran que tanto ella como su difunto marido, Néstor Kirchner, han incrementado el bienestar social en Argentina.

   Luis Azpeitía, dueño de un laboratorio, apostó en el 2003 por un casi desconocido gobernador de centroizquierda, Néstor Kirchner, para que sacara a Argentina de la crisis económica y social más profunda de su historia.

   Doce años más tarde, en los últimos días de poder de la mandataria, Azpeitía se encuentra apoyando, a regañadientes, a un candidato presidencial de la oposición de centroderecha, Macri.

   El cambio de Azpeitía ilustra cómo la combinación de políticas de intervención estatal y un estilo belicoso han terminado alejando a muchos votantes argentinos del oficialista Frente para la Victoria (FpV).

   "La gente está cansada del kirchnerismo. Hay demasiados impuestos, no hay crédito, las importaciones están paradas. Uno intenta avanzar, pero cada vez se pone más y más difícil", señaló Azpeitía, de 62 años, que no se considera de derechas pero teme que el país quede "fuera del mundo".

   Los comicios enfrentan a Scioli, quien ha prometido reformas a algunas de las políticas de Fernández de Kirchner, y a Macri, quien defiende medidas más amigables con los mercados.

   En tercer lugar y fuera de la segunda vuelta, quedó el opositor Sergio Massa, peronista disidente que se presentó como una alternativa económica intermedia entre los dos finalistas. En la primera vuelta Azpeitía votó por Massa. Sin embargo, con el diputado fuera de carrera, cree que votar a Macri es lo necesario.

   Por otro lado, los votantes de Scioli temen que Macri elimine los programas de ayuda social de Fernández de Kirchner, a pesar de que ha prometido su continuidad.

   "Si gana Macri nos cagamos todos de hambre, nos arruina. Antes de que hubiera 'kirchnerismo', no teníamos nada, vivíamos en el auto. Nadie te ayudaba", dijo Alejandra González, de 24 años y madre de tres niños.

LOS DEFENSORES DEL 'KIRCHNERISMO'

El próximo presidente de Argentina heredará una economía con una algunos problemas: un estancamiento de la actividad agravado por un gasto público insostenible, una tasa de inflación de dos dígitos, una moneda local sobrevaluada y reservas de divisas peligrosamente bajas en el Banco Central.

   Tanto Scioli como Macri coinciden en su preferencia por la negociación sobre la confrontación, y han prometido atraer inversiones y restaurar el acceso a los mercados de créditos mundiales. Sin embargo, difieren en los tiempos y en la profundidad de las reformas económicas que harían.

   Algunos, como Azpeitía, acusan a la asistencia social de Fernández de Kirchner de engendrar una cultura de la dependencia que el país no puede permitirse. Otros, en cambio, adoran a Fernández de Kirchner por sus programas sociales y votarán a Scioli en segunda vuelta.

   "¡Te cuida! Ella ha sido buena con nosotros", dijo Sara Baccarezza, de 60 años, mientras tomaba mate en un barrio humilde en las afueras de la ciudad de Tigre, bastión de Massa.

   Baccarezza se encuentra dentro del grupo que recibe asistencia social de parte del Gobierno, estimado en cerca del 40 por ciento de la población argentina.

   "Macri no piensa en los humildes", dijo Baccarezza, que señaló que, si la ley lo permitiera, hubiera votado a Fernández de Kirchner tras dos mandatos consecutivos, pero que sin dudas elegirá a Scioli el 22 de noviembre.

   En los comicios del domingo, Scioli consiguió el 36,86 por ciento de los votos frente al 34,33 por ciento de Macri, mientras que el 21,34 por ciento fue para Massa, lo que obliga a celebrar una segunda vuelta porque ninguno superó el 40 por ciento.

   La clave para la segunda vuelta será la dirección que tomarán los votos de Massa. Si bien el candidato no dio su apoyo explícito a Macri, sí que señaló la semana pasada que no quería que se produjera un triunfo de Scioli.