Actualizado 06/07/2013 11:32

Fernández sobre Morales: "Fue un bochorno internacional, vestigio del colonialismo decadente"

Cristina Fernández en UNASUR
PRENSA GOB.AR


BUENOS AIRES, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, considera que el incidente sufrido por el avión del mandatario boliviano Evo Morales, en su regreso de Rusia a Bolivia, "fue un bochorno internacional, vestigio del colonialismo decadente".

Fernández de Kirchner, quien intervino en el plenario de mandatarios de la UNASUR para expresar su solidaridad con Evo Morales y el pueblo boliviano, destacó la "violación al derecho internacional" cometida por Portugal, España, Italia y Francia cuando negaron al mandatario boliviano el permiso para aterrizar a fin de reabastecerse de combustible.

"Hay una doble violación: primero a la inmunidad de todo jefe de Estado y de la nave presidencial que lo conduce, y segundo, una violación a los acuerdos concedidos para el vuelo", dijo Cristina Fernández, quien señaló que esos acuerdos fueron revocados "sin ninguna causa, ninguna razón".

La mandataria argentina afirmó a continuación que "el relato de Morales revela un grado de violación de normas de derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas, y un grado de inseguridad jurídica muy graves".

Advirtió que además, lo ocurrido "excede una mera situación de carácter institucional para tornarse en una situación de carácter humanitario, porque se puso en peligro la seguridad de un jefe de estado, de una vida humana". "Esperamos como países democráticos las respectivas explicaciones", sostuvo.

Cristina Fernández se mostró "muy preocupada, no solamente por el papelón internacional en que han incurrido" esos países, "sino por tanta plata mal gastada", dijo.

Tras ratificar su "solidaridad al pueblo boliviano y al presidente Morales de todo el pueblo latinoamericano", afirmó que "todos nos hemos sentido violentados, todos en alguna medida por esto que está sucediendo".

La presidenta argentina recomendó finalmente "a los pueblos hermanos de los países desarrollados, con tantos años de prácticas de inteligencia, y tanto dinero destinado a esos fines", que exijan a sus gobiernos que hagan las cosas "un poco mejor para evitar estos verdaderos bochornos internacionales, que en el siglo XXI constituyen vestigios de colonialismo decadente y muy poco efectivo", aseveró.