Actualizado 18/06/2013 19:44

Argentina.- La fiscalía se apoya en el fallo humano para justificar el accidente ferroviario de Castelar


BUENOS AIRES, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

El fiscal federal Sebastián Basso, que investiga el accidente ferroviario del jueves pasado en Castelar, a las afueras de Buenos Aires, ha asegurado que la principal hipótesis que barajan los investigadores es un error humano, aunque ha reconocido que los análisis sobre el choque de trenes se encuentran en una fase preliminar.

El accidente, en el que murieron tres personas y otras 315 resultaron heridas, se produjo a primera hora de la mañana del jueves, cuando un tren embistió a unos 62 kilómetros por hora a otro convoy que se encontraba parado en la vía en el mismo sentido. Los dos estaban llenos de pasajeros.

"Hasta ahora lo que tenemos es que hubo un accidente, hay pruebas de que los frenos andaban bien pero sin embargo el maquinista dijo que no funcionaron a último momento", ha explicado Basso, que ha precisado que "la hipótesis que se tiene es que podría haber algún tipo de responsabilidad humana".

Sin embargo, el fiscal ha apostillado en declaraciones a Radio Continental que "no se descarta investigar otras hipótesis más allá de los frenos", ya que "hay que ser muy prudentes".

"Hay mucha documentación para analizar. La actividad ferroviaria es una actividad bastante compleja, debemos analizar todo, además de las pericias realizadas. Por ahora, tenemos los informes de la empresa y de la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte), que señalan que la formación funcionaba correctamente", ha declarado.

Basso ha añadido que incluirá en el sumario judicial la información aportada por los sindicatos sobre los escritos realizados por los trabajadores acerca de los fallos en los frenos que presentaba uno de los vehículos siniestrados.

El Ejecutivo se ha empeñado en separar este nuevo siniestro de la tragedia de la Once, el accidente ferroviario ocurrido en Buenos Aires en febrero de 2012 y en el que murieron 51 personas, que ha provocado una cascada de dimisiones en el Gobierno de la presidenta, Cristina Fernández.