Actualizado 16/01/2015 12:03

El Gobierno define a Fernández de Kirchner como "la política más activa en buscar castigo" por la AMIA

BUENOS AIRES, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El ministro de Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, ha asegurado que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, "es la política más activa en buscar castigo a los perpetradores del brutal atentado terrorista" contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, el 18 de julio de 1994.

   "Luego de años de contar con el respaldo político de Néstor Kirchner y la actual presidenta, el fiscal acusa vilmente a la política más activa en buscar el juicio y castigo a los perpetradores del brutal atentado terrorista", ha dicho en un comunicado que ha leído ante la prensa en la Casa Rosada.

   A este respecto, ha recordado que, aunque Kirchner "llegó a Presidente nueve años después del atentado a la AMIA, fue el primero en hablar de terrorismo, justicia y la AMIA en la ONU". En cuanto a su mujer y sucesora en el cargo, Timerman ha destacado que "tal es su compromiso con la causa AMIA que el único otro tema mencionado tantas veces en sus discursos ante Naciones Unidas son las Malvinas".

   "La actual presidenta exigió una y otra vez que Irán coopere con la investigación, ya sea extraditando a los sospechosos o permitiendo que sean juzgados en un tercer país; y buscó distintas fórmulas legales, pero jamás dejó de denunciar la actitud negacionista de Irán", ha señalado.

   En concreto, ha defendido la firma del Memorando de Entendimiento con la República Islámica. "Nueve años después de que Néstor y Cristina Kirchner comenzaran a denunciar este caso en todos los foros internacionales, Irán solicitó que los cancilleres de ambos países se reunieran para buscar un mecanismo de cooperación judicial. ¿Cómo no íbamos a aceptar?", ha planteado.

   "La presidenta me dio una sola instrucción: que haya un juicio en Argentina o en un tercer país, pero la opción preferida era, y lo sigue siendo, que sea el propio juez de la causa quien lleve adelante las indagatorias utilizando las sospechas recolectadas por el fiscal (Alberto) Nisman", ha subrayado.

   Timerman ha lamentado que el MOE haya sido paralizado por una cámara de apelaciones a petición del propio Nisman. "Llama la atención que quién investigó el atentado solicite que se impida que el juez argentino utilice sus propias pruebas para indagar a los sospechosos, sin lo cual la causa no puede avanzar", ha considerado.

   "Durante todos estos meses en el cual el MOE está frenado ¿Avanzó la causa? No ¿Se hizo justicia? Tampoco ¿Se atrasó la investigación?", ha cuestionado, instando a Nisman a pronunciarse sobre estos temas "diez años (después) de haber asumido en su cargo de único responsable de la investigación del atentado a la AMIA".

"LAS NOCHES MÁS OSCURAS"

   Por todo ello, el jefe de la diplomacia argentina ha considerado que la denuncia contra Fernández de Kirchner carece de fundamentos jurídicos y "muestra el grado de confusión y parálisis en el que se encuentra la causa AMIA".

   "Resulta que en vez de investigar a los sospechosos, el fiscal se dedicó a investigar a la presidenta (...) esperemos que no termine acusándola como solía hacer Joseph McCarthy, aquel siniestro político estadounidense que acusaba desde los medios lo que jamás pudo probar en sede judicial", ha dicho.

   Timerman ha alertado de que el hecho de que "los servicios de Inteligencia conduzcan al Poder Judicial nos remite a las noches más negras de las historia de las dictaduras en nuestro país y en el resto del mundo".

LLAMAMIENTO A NISMAN

   Además, ha aprovechado para instar a Nisman a que aclare "si la denuncia contra la presidenta tiene alguna relación con la reciente decisión de separar al agente Jaime Stiuso del Servicio de Inteligencia o con la cercanía del inicio del juicio por encubrimiento".

   "Nisman debería aclarar qué lo llevó a tomar esa decisión sin informar al juez de la causa AMIA, Rodolfo Canicoba Corral, y, más grave aún, si lo consultó u obedeció a Stiuso", ha añadido el canciller argentino.

   El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, ya recordó el miércoles que "Kirchner debió convencer a Nisman para que acompañara a la delegación argentina a la sede central de Interpol en Lyon para solicitar que se emitieran órdenes de arresto contra los sospechosos iraníes".

   "Nisman rehusaba viajar, a pesar de que era su investigación la que se presentaba como prueba para pedir los arrestos. ¿Por qué se negaba y por qué sólo aceptó viajar después de pedirle a Stiuso que lo acompañara a hablar con Aníbal Fernández?", ha interrogado Timerman.

DENUNCIA CONTRA EL 'KIRCHNERISMO'

   En un escrito de 300 páginas, Nisman ha señalado a Fernández de Kirchner y a Timerman, entre otros cargos públicos, como autores y cómplices de encubrimiento agravado de los sospechosos iraníes, así como de otros delitos conexos, como obstrucción e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

   "La señora presidenta ordenó desviar la investigación, abandonó años de un legítimo reclamo de Justicia y buscó librar de toda sospecha a los imputados iraníes, contradiciendo su probada vinculación con el atentado. Decidió fabricar 'la inocencia de Irán'", ha sentenciado.

   Así, el representante del Ministerio Público ha solicitado, además de una declaración indagatoria, un embargo preventivo de los bienes de Fernández de Kirchner y los demás acusados por 200 millones de pesos (19,7 millones de euros).

ATENTADO CONTRA LA AMIA

   El atentado contra la AMIA, que dejó 85 muertos y 300 heridos es el mayor ataque terrorista perpetrado en suelo argentino, a pesar de lo cual sigue sin resolver, principalmente, porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.

   En 2013, los gobiernos de Fernández de Kirchner y Mahmud Ahmadineyad firmaron un Memorando de Entendimiento (MOE) con el objetivo de "destrabar una causa que estaba absolutamente inmovilizada".

   El memorando permitía por primera vez a las autoridades argentinas interrogar a los acusados en el país suramericano del atentado contra la AMIA, algo a lo que la República Islámica se había negado insistentemente.