BUENOS AIRES, 6 Jun. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
El ex presidente radical Fernando De la Rúa (1999-2001) dijo hoy que las acusaciones en su contra sobre supuestos pagos de sobornos a legisladores para que aprobaran una ley de reforma laboral fueron parte de una "operación política".
De la Rúa fue interrogado ayer durante diez horas por el juez federal Daniel Rafecas como sospechoso del delito de "cohecho activo", por el supuesto pago de sobornos a senadores radicales y peronistas en abril de 2000 para votar a favor de una polémica ley.
El principal acusador de De la Rúa es el ex secretario parlamentario de la Cámara de Senadores Mario Pontaquarto, quien dijo haber asistido a una reunión en la Casa Rosada, cuando De la Rúa era presidente, en la que se acordó el pago de los sobornos.
En declaraciones a radio Mitre, recogidas por Europa Press, De la Rúa dijo que "la exposición fue larga, desmenuzando la prueba y demostrando la falsedad de esta vieja historia. Quedó claro. Es una operación política".
"El doctor De la Rúa literalmente pulverizó la acusación", dijo a su vez el abogado defensor del ex presidente Virgilio Loiácono, quien también fue secretario Legal y Técnico de la Presidencia durante su Gobierno.
El abogado dijo además que durante la declaración indagatoria De la Rúa cuestionó "el entorno político de la causa" y resaltó que definió como "un desatino las conclusiones a las cuales se ha llegado".
El delito por el que se lo acusa a De la Rúa tiene una pena máxima de seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos. El juez tiene diez días para resolver la situación procesal del ex presidente.