MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha pedido este miércoles en una conversación telefónica a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, que contribuya a reducir la tensión en la región de Nagorno Karabaj, cuya soberanía se diputan Armenia y Azerbaiyán desde hace décadas.
"Se expresó la esperanza de que Turquía, como miembro del Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) contribuya de manera constructiva a una desescalada del conflicto en la zona", ha dicho el Kremlin en una nota de prensa.
El mandatario ruso también se ha mostrado preocupado por la participación de "combatientes de Oriente Próximo en las acciones militares" que están teniendo lugar en la región, según informaciones de la agencia Sputnik.
En este sentido, ha subrayado la necesidad de llevar a cabo esfuerzos conjuntos para "poner fin al derramamiento de sangre" y garantizar una solución pacífica del problema. Así, Putin y Erdogan han reafirmado la importancia de cumplir con la tregua humanitaria acordada el 10 de octubre en Moscú y han instado a impulsar un proceso político.
AZERBAIYÁN SE HACE CON EL CONTROL DE PARTE DE LA REGIÓN
Este mismo miércoles, las partes han informado de que Azerbaiyán se ha hecho con varias localidades de Nagorno Karabaj en el marco del conflicto.
El propio Ejército armenio ha confirmado que las fuerzas azeríes han logrado hacerse con varias áreas, lo que supone la primera concesión de Armenia frente al avance de su adversario.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ha indicado que los efectivos se han hecho con ocho localidades, mientras que desde Bakú aseguran que son 45 las localidades totales bajo poder azerí en Nagorno Karabaj --algo que había sido previamente rechazado por el Ejército armenio--.
La espiral bélica en Nagorno Karabaj comenzó el 27 de septiembre y ha derivado en unos enfrentamientos que han dejado decenas de muertos de ambos países y que han continuado hasta que Armenia y Azerbaiyán aceptaron declarar, con la mediación de Rusia, un alto el fuego que entró en vigor el 10 de octubre. Desde entonces, los dos países se han acusado de estar incumpliendo el cese de hostilidades.
El alto el fuego contempla un intercambio de prisioneros de guerra y la retirada de cadáveres de víctimas del conflicto con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pero estos dos procesos no se han podido realizar.