Publicado 04/06/2020 22:16

Ascienden a más de 7.000 los desplazados por el reciente ataque contra un campamento de refugiados malienses en Níger

MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

La cifra de desplazados a causa del ataque ejecutado el domingo contra un campamento de refugiados malienses en la ciudad nigerina de Intikane, situada cerca de la frontera común, ha ascendido a más de 7.000, según ha informado este jueves el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Jean Sebastien Josset, portavoz de ACNUR en el país africano, ha detallado en declaraciones a la cadena de televisión británica BBC que la mayoría de los desplazados son refugiados malienses, antes de resaltar que se encuentran ahora en un alojamiento temporal en Telemces, a 27 kilómetros de distancia.

Asimismo, ha alertado de que estas personas carecen de acceso a agua, alimentos y atención médica y ha manifestado que muchos de ellos, incluidos niños, se encuentran traumatizados a causa del ataque, que se saldó con cinco muertos.

El organismo afirmó el lunes que el ataque fue ejecutado por alrededor de 50 personas armadas y no identificadas, antes de agregar que los atacantes destruyeron torres de comunicaciones e instalaciones de bombeo de agua antes de abandonar la zona, en la que viven cerca de 20.000 refugiados malienses y 15.000 desplazados internos nigerinos.

Por su parte, el alcalde de la comuna de Tillia confirmó el miércoles sabotajes contra las instalaciones de comunicaciones y agua, al tiempo que puntualizó que los atacantes saquearon varias tiendas para llevarse comida.

El portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, manifestó el miércoles que "los brutales asesinatos del domingo sorprendieron a refugiados, comunidades locales y trabajadores humanitarios. Se teme que haya más ataques". "El deterioro de la seguridad en la región está provocando que la gente vaya a buscar zonas seguras hacia el interior de Níger", explicó.

Durante los últimos meses ha habido un repunte de los ataques yihadistas en la zona, situada en la frontera con Burkina Faso y Malí, lo que ha provocado nuevas oleadas de desplazados. La zona ha sido además escenario de operaciones antiterroristas, algunas de ellas respaldadas por Francia.