El Gobierno de Unidad libio exige responsabilidades legales y penales a aquellos "cuya participación haya sido demostrada"
MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades instauradas en el este de Libia han rechazado este miércoles las acusaciones vertidas por el Ejército de Sudan sobre la supuesta implicación de las fuerzas leales al general libio Jalifa Haftar en un ataque de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra un punto en la frontera común.
El Ministerio de Defensa del gobierno designado por la Cámara de Representantes ha calificado las acusaciones de "completamente carentes de veracidad" y ha reafirmado su compromiso con "el principio de soberanía nacional y la no injerencia en los asuntos internos de otros países, especialmente con los vecinos con lo que Libia comparte profundas relaciones históricas y fraternales".
"La misión principal de las Fuerzas Armadas es proteger la soberanía libia, asegurar sus fronteras e impedir el uso de su territorio para cualquier acto hostil o criminal que pueda amenazar la seguridad regional", reza un comunicado recogido por la agencia de noticias libia LANA.
Por último, ha instado a las partes en Sudán "a priorizar la sabiduría y participar en un diálogo integral para alcanzar una solución política que preserve la unidad y la integridad territorial" del país, "satisfaga las aspiraciones de su pueblo en materia de seguridad y prosperidad, y garantice que el territorio sudanés no se convierta en una fuente de amenazas para países vecinos".
EL GOBIERNO DE UNIDAD EXIGE RESPONSABILIDADES
Por su parte, las autoridades de Libia reconocidas internacionalmente han remarcado que el grupo acusado de haber estado implicado en el ataque "no está bajo la autoridad del Ministerio de Defensa" del Gobierno de Unidad libio, "ni acata las órdenes" del Estado Mayor del Ejército de Libia, y ha exigido responsabilidades legales y penales a aquellos "cuya participación haya sido demostrada".
"El Ministerio (de Exteriores) expresa su enérgica condena y absoluto rechazo a involucrar a los ciudadanos del país en acciones que puedan desestabilizar la seguridad y la estabilidad de las fronteras de países hermanos o participar en el conflicto en curso en Sudán", reza un comunicado publicado en su perfil de la red social Facebook.
En este sentido, ha reiterado "la firma posición" del Gobierno "en apoyo de la seguridad, la estabilidad y la integridad territorial de Sudán, pidiendo el fin de la guerra y los combates, conduciendo a una solución pacífica que detenga el derramamiento de sangre y restablezca la seguridad y la estabilidad al hermano pueblo sudanés".
Estas declaraciones llegan después de que el Ejército sudanés acusara a las fuerzas leales a Haftar, alineado con las autoridades instauradas en el este de Libia, de lanzar un ataque en la frontera que forzó la evacuación de esta zona por parte de las tropas gubernamentales y recalcó que "harán frente con firmeza a esta flagrante agresión", apoyada por Emiratos Árabes Unidos (EAU), según Jartum.
Tras ello, las RSF han reclamado haber "liberado la estratégica región" ubicada en la frontera entre Sudán, Libia y Egipto, considerando que "este importante paso tendrá repercusiones en varios frentes de combate, especialmente en el desierto norte". "Esta victoria también contribuye a la lucha contra la inmigración ilegal y la trata de personas en la frontera sudanesa", ha afirmado.
"La importancia de esta victoria radica en la vital ubicación geográfica de la región del 'Triángulo'. Se trata de un cruce fronterizo económico y estratégico entre tres países y un centro crucial para el comercio y el transporte entre el norte y el este de África. La región también alberga ricos recursos naturales, como petróleo, gas y minerales", ha destacado.
Las paramilitares han asegurado que han librado "batallas rápidas y decisivas contra milicias mercenarias y brigadas terroristas" y que han conseguido "la retirada y huida del enemigo hacia el sur tras sufrir grandes pérdidas humanas y materiales". "Continuaremos la lucha sin descanso hasta la liberación de toda la patria, el derrocamiento del régimen de la tiranía y el terrorismo, y la construcción de un nuevo Sudán donde prevalezca la paz", ha agregado.
Las autoridades emiratíes han apoyado en el pasado a las fuerzas de Haftar, aliadas del gobierno paralelo instaurado en el este de Libia y enfrentado con el Ejecutivo reconocido internacionalmente tras la fragmentación del país tras años de conflicto a raíz de la captura y ejecución en 2011 de Muamar Gadafi.
Sudán se vio sumido en una devastadora guerra en abril de 2023 a causa de las discrepancias en torno al proceso de integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, lo que hizo descarrilar totalmente la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir y ha provocado una grave crisis humanitaria en el país, escenario además de la mayor crisis de desplazamiento a nivel mundial.