SANTIAGO, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha firmado este miércoles sendas órdenes ejecutivas para que el Congreso tramite con carácter de urgencia dos de las medidas anticorrupción que su Gobierno pretende sacar adelante.
Por un lado, ha respaldado el proyecto de ley impulsado por el Gobierno de Sebastián Piñera sobre la probidad en la función pública, que actualmente se encuentra en el segundo trámite constitucional en el Senado, según ha informado el diario chileno 'El Mercurio'.
"Este proyecto de ley previene no solo de mejor manera los conflictos de interés de las autoridades públicas, sino que establece sanciones más severas en caso de que se presenten", ha dicho desde el Salón O'Higgins de La Moneda.
Además, ha explicado que "establece el mecanismo de fideicomiso para las autoridades que posean un (determinado) patrimonio en acciones" e imposibilita que los cargos públicos formen parte de "empresas que hacen negocios con el Estado".
También ha decidido impulsar en el Congreso la reforma constitucional que permitirá limitar de una vez por todas la reelección indefinida para "terminar con el apernamiento de las autoridades en los cargos y garantizar que haya renovación en la política".
"Este proyecto también es importante para terminar con las malas prácticas del clientelismo y el tráfico de influencias, y permite una mayor fiscalización de lo que han hecho las autoridades anteriores", ha destacado.
"PERFECCIONAR LA DEMOCRACIA"
Estas órdenes ejecutivas forman parte de la serie de anuncios que Bachelet hizo el martes por la noche en un discurso dirigido a la nación, entre las que destaca el inicio del prometido "proceso constituyente".
"Estoy convencida que el perfeccionamiento de la democracia es una tarea continua que no pertenece a un mandato u otro, y esto supone un permanente diálogo entre miradas diversas y una articulación de una suma de voluntades", ha indicado.
La líder izquierdista ha considerado que "no hay más tiempo que perder" porque "todos los diagnósticos y sugerencias están ya sobre la mesa". "Nuestro deber es que Chile tenga un sistema democrático moderno, lo que significa participación y transparencia", ha apuntado.