Publicado 30/09/2021 11:40

Balcanes.- Serbia y Kosovo siguen las negociaciones en Bruselas para zanjar la crisis de las matrículas

BRUSELAS, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los equipos negociadores de Serbia y Kosovo siguen este jueves en Bruselas las reuniones para zanjar la crisis de las matrículas, unas fricciones que ha provocado crecientes tensiones en el norte de Kosovo incluyendo el despliegue de unidades especiales kosovares y del Ejército serbio.

En el marco del diálogo facilitado por la Unión Europea para normalizar sus relaciones, los negociadores jefe se reunieron este miércoles en la capital comunitaria. Ambos negociadores tuvieron contactos primero por separado con el enviado de la UE para el Diálogo entre Belgrado y Pristina, Miroslav Lajcak, para luego sentarse en una mesa de diálogo que duró hasta la última hora del miércoles.

Los contactos se han retomado este jueves en torno a las 10.00 horas, han informado fuentes diplomáticas a Europa Press, con el objetivo de alcanzar acuerdos concretos que alivien la situación en el norte de Kosovo.

La tensiones se han inflamado tras los controles policiales kosovares para retirar matrículas serbias de los vehículos que ingresan en Kosovo e instalar unas placas temporales kosovares, una medida en reciprocidad por otra acción similar de Belgrado, después de que expirara en septiembre un acuerdo al respecto de la movilidad por carretera.

Desde entonces se han producido bloqueos de carreteras y ataques a puestos de control kosovares, llegando a desplegar Serbia a militares. Tanto la UE como la OTAN, que ha aumentado sus labores de patrullaje, han pedido a las partes apaciguar las tensiones y evitar cualquier medida que pueda exacerbar los ánimos.

CRISIS DE LAS MATRÍCULAS

Serbia acusa a Pristina de actuar de forma unilateral y entiende que estos controles no se pueden realizar sin la aprobación de la OTAN, que se ocupa de preservar la seguridad y circulación entre Serbia y Kosovo.

Belgrado defiende que se vuelva al status quo previo a que expirara el acuerdo sobre circulación, mientras que Pristina pretende que se permita la libertad de movimiento de los ciudadanos, sin necesidad de que ninguna autoridad imponga matrículas provisionales.