Actualizado 09/06/2009 18:53

Bancos argentinos, con viento en popa pese a crisis

Por Jorge A. Otaola

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Los bancos argentinos seguirán mostrando ganancias en el segundo trimestre gracias a los ingresos por servicios de intermediación, que compensarán el freno en el negocio de préstamos generado por una desaceleración de la economía.

Los resultados también recibirán un impulso por la reciente escalada de los bonos soberanos, con alta presencia en sus carteras, a medida que se disipan los temores a una profundización de la crisis internacional y que los inversores asumen mayores riesgos en países emergentes.

"Los bancos van a seguir ganando, muy posiblemente a menor ritmo de crecimiento, pero harán plata. Tienen ingresos por servicios netos positivos, y esto va aumentando su peso dentro de los balances", dijo Sabrina Corujo, analista del sitio de inversiones Portfolio Personal.

"Mientras los bancos conserven las ganancias, los inversores se dan cuenta de que sus acciones seguirán subiendo, si no existen ruidos grandes en lo político, como intervenciones, y en lo económico, por la marcha de la macro", agregó.

El mayor peligro para el negocio radica ahora en factores políticos, dado que se mantiene en el aire el fantasma de que se acreciente el intervencionismo estatal tras las elecciones de medio término del 28 de junio y que se resienta la economía en el segundo semestre por efecto de la crisis global.

Los analistas esperan que en el segundo trimestre continúe la desaceleración de la economía que comenzó a finales del 2008 y las predicciones indican que el Producto Interno Bruto podría expandirse hasta un 3,5 por ciento como máximo o caer en la misma magnitud durante el 2009.

El Gobierno mantuvo su proyección de un crecimiento del 4 por ciento, aproximadamente la mitad de las tasas registradas en los últimos seis años.

El Gobierno reclama a los bancos que bajen las tasas de los préstamos para ayudar a reactivar la inversión y la economía.

Pero el sistema financiero se encuentra temeroso de nuevas intervenciones del Gobierno, luego de que a finales del 2008 se estatizara el sistema de fondos de pensiones, un mercado que era controlado mayormente por los bancos.

Ese temor a una mayor intervención se acrecentó cuando, según fuentes del mercado, el Banco Central decidió mantener trabado el pago de dividendos de algunos bancos con cotización bursátil, supuestamente hasta tanto complete una revisión de la solvencia de esas entidades.

Hasta el momento, el Banco Central no hizo comentarios sobre esa disposición.

Las entidades con títulos en la bolsa argentina son los argentinos Banco Macro, el Grupo Financiero Galicia, el Banco Patagonia y el Banco Hipotecario, más el BBVA Banco Francés y el Santander Río, controlados por capitales españoles.

SUBIDAS

En lo que va del 2009, las acciones bancarias promedian una mejora en torno al 50 por ciento, período en el cual los bonos de la deuda argentina avanzaron un 25 por ciento.

"Las expectativas que tenemos hacia las acciones bancarias están basadas por el comportamiento que tendrán los bonos tras las elecciones", sostuvo Francisco Marra, operador de Bull Market Brokers Sociedad de Bolsa.

Analistas y operadores creen que la fuerte tendencia alcista de las acciones bancarias reflejan las buenas perspectivas sectoriales, aunque esperan una toma de ganancias para oxigenar los negocios.

"Los balances bancarios han demostrado ser los de mejor perfil en esta coyuntura de crisis", sostuvo Marcelo Trovato, analista de la Caja Social de Inversiones.

Acotó que "los bancos estarían primeros en preferencias para invertir (en sus acciones), pero si es por cobertura de devaluación (del peso), siguen siendo las (acciones) petroleras las más beneficiadas".

Los cinco bancos de mayor ponderación bursátil tuvieron una utilidad conjunta de 424,2 millones de pesos (unos 112 millones de dólares) entre enero y marzo, en un contexto global nefasto para el sistema financiero que incluyó quiebras y estatizaciones de bancos tras enormes pérdidas.

Los depósitos bancarios en Argentina rondan los 185.000 millones de pesos (unos 48.700 millones de dólares), de los cuales una parte se está convirtiendo a la moneda estadounidense, en un proceso típico previo a elecciones.

La plaza bancaria argentina fue duramente castigada entre el 2001 y el 2002 por la crisis política, económica y social que afrontó el país, que concluyó con la entrega a los ahorristas de bonos a mediano plazo por sus depósitos.