BRUSELAS, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las negociaciones entre socialistas valones y nacionalistas flamencos en Bélgica para formar nuevo Gobierno se han roto este viernes ante la falta de apoyo de otras fuerzas parlamentarias al proyecto que presentaban estos dos partidos, los dos principales del país y antagonistas.
La ruptura se ha precipitado al constatar el líder de los nacionalistas flamencos de la N-VA, Bart de Wever, y el de los socialistas francófonos (PS), Paul Magnette, los dos encargados por el rey de los Belgas para formar gobierno, la falta de entendimiento con formaciones liberales flamencas y valonas, necesarias para alcanzar la mayoría parlamentaria.
De esta forma, los encargados han admitido la imposibilidad de concertar los 76 escaños necesarios en el Parlamento federal para la investidura. Ambas fuerzas contaban con el respaldo de dos formaciones democristianas, pero quedaban a cinco votos de la mayoría.
Esta descansaba en fuerzas liberales y ecologistas, que ya este jueves indicaron en un comunicado conjunto que el modelo planteado por socialistas valones y nacionalistas flamencos no pasaba por las reformas que ellos consideran necesarias, como la federalización de algunas competencias para lograr un sistema más eficiente.
"En concreto, en el aspecto institucional, su esquema conduce a hacer las instituciones más complejas y menos legibles: un modelo que no es el nuestro", criticaron las formaciones liberales y verdes, mientras que fuentes de la negociación, recogidas por la televisión pública belga, apuntan que estos partidos no llegaron a discutir sobre el fondo de la coalición.
Así las cosas, este lunes se espera que los encargados presenten su dimisión en un nuevo encuentro con el monarca y se confirme el fracaso de la negociación. Salvo sorpresa, el escenario político belga se ve abocado a la repetición electoral, tras caer el anterior gobierno en diciembre de 2018 y celebrarse los últimos comicios en mayo de 2019.