MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Benín, Patrice Talon, ha jurado el cargo para un segundo mandato al frente del país, tras su victoria en las elecciones de abril con más del 86 por ciento en medio de las protestas opositoras y tras la eliminación de las candidaturas de sus principales rivales.
Talon, que ha tomado posesión durante un acto en el Estadio Charles de Gaulle de la capital, Porto Novo, ha prometido que este nuevo mandato será "altamente social" y ha recalcado que el lema e la población debe ser "libertad, democracia y buena gobernanza", según ha informado el diario 'La Nouvelle Tribune'.
Así, ha apostado por "el bienestar de todos, en particular el de los más vulnerables". "Espero, en lo que me concierne personalmente, que sea determinado al final de mandato que di lo mejor de mí mismo para la satisfacción común", antes de afirmar que entre sus objetivos estará aumentar el acceso al agua potable a toda la población antes de finales de 2023.
El presidente beninés ha destacado además que trabajará para aumentar la producción de energía, mejorar la red de carreteras, establecer "un sistema de sanidad más eficaz" a través de una reestructuración y dar "un nuevo impulso" a las escuelas del país.
Por otra parte, ha desvelado que entre los ejes de acción de sus políticas durante este segundo mandato estarán el turismo, la modernización de la agricultura para una mayor mecanización y mantener una buena gestión de las finanzas públicas.
Talon se hizo con la victoria en medio de las protestas de la oposición, que denunciaba que su mandato debía haber terminado el 6 de abril, fecha en la que juró el cargo en 2016. La fecha fue aplazada a través de una serie de enmiendas a la Constitución y cambios del calendario electoral que retrasaron los comicios.
El presidente partía como favorito frente a dos rivales de poco peso tras la eliminación de candidaturas de destacados opositores, algunos de los cuales se encuentran en el exilio o han sido condenados por los tribunales del país, en parte también por las citadas enmiendas, que incluyen un filtro de apoyos por parte de parlamentarios y alcaldes.
Este filtro imposibilitó a los opositores presentarse a las urnas, dado que el partido de Talon cuenta con una mayoría absoluta debido a que se impuso sin oposición y con sólo un 25 por ciento de participación en las legislativas de 2019, boicoteadas por la oposición tras la exclusión de numerosos opositores. La situación se repitió en las locales de 2020.
La situación ha puesto en peligro la imagen de Benín como un estandarte de la democracia africana --llegando a ser el primero en el que un dictador cedió el poder tras un proceso electoral--, que durante cerca de tres décadas contó con una gran tranquilidad y paz social, convirtiéndose en un modelo en África Occidental.