Apunta a la "política irresponsable" de Occidente por la situación de los migrantes en su frontera con la UE
MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Bielorrusia, Vladimir Makei, ha afeado este lunes a Occidente que sea "incapaz de aceptar" el resultado de las elecciones de agosto de 2020, en las que el presidente, Alexander Lukashenko, logró otro mandato, al tiempo que ha denunciado la puesta en marcha de una "guerra híbrida" en contra del país europeo.
En su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Makei ha señalado que Bielorrusia "lleva más de un año siendo objetivo de presión beligerante por parte de Occidente", circunstancia que ha achacado a que Minsk no ha llevado a cabo una 'revolución de colores' --nombre que han recibido movilizaciones políticas en el espacio exsoviético, llevadas a cabo contra líderes considerados autoritarios--.
"Hoy se ha desatado una guerra híbrida a gran escala contra Bielorrusia en todos los frentes", ha insistido el mandatario, que ha hecho hincapié en que la voluntad del pueblo bielorruso al elegirle como presidente "ha trastocado los planes de los estrategas", enfocados en poner en marcha "una guerra relámpago para cambiar el régimen bielorruso".
En este contexto, ha señalado que Bielorrusia "sigue desarrollándose de forma constante y con éxito" y "sigue su propio camino independiente". En este sentido, ha considerado que "la democracia no ha beneficiado a nadie" y que, en su lugar, "ha sembrado el caos y la inestabilidad".
"Afganistán es un ejemplo reciente de este tipo de políticas irreflexivas por parte de algunas de las llamadas 'ciudadelas de la democracia'", ha agregado, lamentando que "las consecuencias de estas políticas las sufre toda la comunidad internacional".
Makei también ha aludido a la situación de los migrantes en las fronteras de Bielorrusia con la UE y ha criticado que Occidente "ha inventado" una "situación de conflicto con refugiados" para "demonizar aún más" al país. En este contexto, ha señalado que Occidente "ha olvidado sus obligaciones" con Bielorrusia y con los países de origen de los refugiados.
"Hoy en día, millones de refugiados están ansiosos por llegar desde todas las direcciones a Europa para escapar del hambre y las calamidades creadas por la misma Europa y Occidente en general en determinados países y regiones", ha añadido, antes de lamentar que, sin embargo, "nadie les espera en Europa".
"En efecto, el tema de los refugiados vuelve a estar de actualidad, pero por la política irresponsable del propio Occidente", ha lamentado, antes de aludir nuevamente a Afganistán como ejemplo de sus palabras.
Así, ha pedido no desviar la "responsabilidad" a "quien no corresponde" y ha rechazado que se culpe a Minsk "de desencadenar una guerra híbrida" contra la UE. "Los líderes de Polonia, Lituania, Letonia y algunos otros países mintieron desde esta tribuna", ha apostillado.
De forma paralela, ha explicado que, en abril, su Administración invitó a la UE a un diálogo sobre la cuestión de la inmigración ilegal, pero "no ha habido respuesta". Makei ha rechazado que la UE haya parado la financiación "de todos los proyectos relaciones con la lucha contra la migración ilegal".
El mandatario bielorruso ha asegurado que Bielorrusia está comprometida con una política de buena vecindad, beneficio mutuo y cooperación con todos los Estados, incluso con aquellos con los que Minsk mantiene diferencias. "Sin embargo, construiremos nuestras relaciones sobre los principios de respeto e igualdad, sin chantaje y sin condiciones", ha remachado.
LAS SANCIONES SON "PERNICIOSAS" Y TIENEN QUE ACABAR
Durante su intervención, Makei se ha referido a la estrategia de la imposición de sanciones, señalando que es una de las "técnicas favoritas de los gobiernos occidentales".
"La perniciosidad de estas políticas es conocida desde hace tiempo", ha manifestado el presidente, que ha incidido en que las sanciones "constituyen una violación flagrante del Derecho Internacional y causan un daño irreparable a todo el sistema de relaciones internacionales".
Al tiempo que ha expresado su "solidaridad" con otros países objeto de sanciones, como Cuba, Makei ha insistido en que este tipo de restricciones perjudican "principalmente" a los ciudadanos de a pie.
"La práctica de (imponer) sanciones financieras y económicas arbitrarias como instrumento de presión política debe ser erradicada para siempre", ha pedido, antes de reclamar a Naciones Unidas que también haga de este "su campo de acción".
A juicio de Makei, el mundo lleva décadas inmerso en una "turbulencia global prolongada y sin precedentes", un mundo que "se rige por el egoísmo económico, la ambición política, el chantaje, los hábitos imperiales, las crisis, los conflictos y el caos escenificado". Además, ha aludido a "la dinámica negativa en el ámbito de la seguridad mundial", que "no cesa".