MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos, Canadá y Reino Unido se han unido este lunes a la Unión Europea y han anunciado nuevas sanciones contra altos cargos del Gobierno del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, y entidades estatales, como respuesta "a los ataques contra los Derechos Humanos", incluido el reciente caso del avión de Ryanair forzado a aterrizar en Minsk para detener al periodista Roman Protasevich.
"Nos une nuestra profunda preocupación por los continuos ataques del régimen de Lukashenko a los Derechos Humanos, las libertades fundamentales y el derecho internacional", dice un comunicado conjunto entre la UE, EEUU, Reino Unido y Canadá, en el que se señala al episodio del aterrizaje forzado de un vuelo comercial en la capital bielorrusa como detonante de estas nuevas sanciones.
En ese sentido, han pedido al Gobierno de Lukashenko "para que coopere plenamente con las investigaciones internacionales" sobre lo ocurrido aquel día, "libere inmediatamente a todos los presos políticos" y "entable un diálogo político amplio y genuino entre las autoridades y los representantes de la oposición democrática y la sociedad civil".
"Estamos comprometidos a apoyar las aspiraciones democráticas reprimidas durante mucho tiempo del pueblo de Bielorrusia y estamos unidos para imponer costes al régimen por su flagrante incumplimiento de los compromisos internacionales", dicen.
"Estamos unidos para pedir al régimen que ponga fin a las prácticas represivas contra su propio pueblo. Estamos decepcionados de que el régimen haya optado por alejarse de sus obligaciones de Derechos Humanos, la adhesión a los principios democráticos y el compromiso con la comunidad internacional", exponen.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha lanzado una nueva batería de sanciones contra 16 funcionarios del Gobierno bielorruso, entre ellos la secretaria de prensa de Lukashenko, Natallia Eismant, la presidenta de la Asamblea Nacional, Natallia Kachanava; y el fiscal general, Andrei Shved.
A su vez, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) ha sancionado a cinco entidades estatales, entre ellas la KGB y la Policía, así como a una oficina encargada de la lucha contra la corrupción, "en respuesta a la escalada de violencia y represión del régimen de Lukashenko", señala.
"Las personas designadas hoy han dañado al pueblo de Bielorrusia a través de sus actividades en torno a las fraudulentas elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020" y por "la consiguiente brutal represión contra manifestantes, periodistas, miembros de la oposición y la sociedad civil", dice el comunicado.
La OFAC ha señalado que la batería de sanciones se ha llevado a cabo en coordinación con la Unión Europea, Reino Unido y Canadá, demostrando así "un firme compromiso transatlántico en apoyo del pueblo bielorruso y sus aspiraciones democráticas".
"Estados Unidos y sus socios no tolerarán los continuos ataques a la democracia y la incesante represión de las voces independientes en Bielorrusia", ha dicho la directora de la OFAC, Andrea M. Gacki.
"Las acciones de hoy, tomadas a ambos lados del Atlántico, responsabilizan a quienes continúan reprimiendo las aspiraciones democráticas del pueblo bielorruso mediante abusos de los Derechos Humanos, ataques a la prensa libre y desprecio por otras libertades fundamentales", enfatiza Gacki.
Por su parte, Canadá ha anunciado sanciones para 17 personas, algunas de las cuales coinciden con las señaladas por Estados Unidos, y otras cinco entidades bielorrusas, entre las que hay dos fábricas de vehículos, una empresa de servicios de navegación y una compañía petrolera.
En cuanto a Reino Unido, su Ministerio de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, ha informado de que once personas y dos entidades han sido añadidas a la lista de sanciones, formada ya por 99 personalidades cercanas al Gobierno de Lukashenko y trece compañías.
La Unión Europea ha adoptado también este lunes una cuarta ronda de sanciones que afectará a 78 representantes del Gobierno de Lukashenko, incluyendo a varios de los responsables del desvío del vuelo de Ryanair. Con estas medidas la UE redobla la presión sobre las autoridades de Minsk y duplica el número de personas en la lista negra europea, que ahora cuenta con 166 individuos.