MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Al menos cuatro migrantes han muerto este fin de semana por hipotermia en zonas cercanas a la frontera entre Bielorrusia y Polonia, donde han crecido las llegadas drásticamente desde que a finales de mayo el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, advirtiese de que no controlaría el flujo como represalia por las sanciones de la UE.
La Guardia Fronteriza polaca confirmó el domingo en Twitter el hallazgo de tres cadáveres, mientras que en la parte bielorrusa las autoridades han informado del hallazgo de un cuarto cuerpo, correspondiente a una mujer de origen iraquí, según la agencia de noticias BelTA.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha encabezado este lunes una reunión para analizar la situación en la frontera, donde rige un estado de emergencia decretado hace semanas precisamente para reforzar la seguridad y hacer frente a la mayor llegada de migrantes.
El mandatario defendió el domingo la labor llevada a cabo en la zona para salvar las vidas de estas personas y ha puesto como ejemplo la localización de ocho migrantes en un río. Morawiecki, sin embargo, no oculta su malestar hacia Minsk y también hacia Moscú, a los que responsabiliza políticamente de esta crisis migratoria, informa la agencia PAP.
Según las autoridades de Polonia, en lo que va de septiembre ya han sido detectadas 4.000 personas intentando cruzar ilegalmente la frontera. Morawiecki ha insistido en que no cederá ante el "chantaje" y ha prometido reforzar aún más la vigilancia y la seguridad en la zona.
PREOCUPACIÓN DE LA ONU
La ONU, que ya había expresado su preocupación por las duras condiciones de quienes intentan llegar a territorio de la UE desde Hungría, ha lamentado este lunes las muertes que se han confirmado en las últimas horas y ha instado a todas las partes a anteponer el bienestar de los migrantes por encima de cualquier consideración política.
"Debe evitarse cualquier decisión y acción que ponga en peligro las vidas de solicitantes de asilo y migrantes", ha reclamado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en Twitter. "Los desencuentros políticos sobre las responsabilidades no deberían traducirse en pérdidas de vidas", ha añadido.