Publicado 10/07/2021 17:48

Birmania.- Los militares birmanos aseguran que han hallado pruebas de fraude masivo en las elecciones de noviembre

Camiones de la Policía en Rangún, Birmania
Camiones de la Policía en Rangún, Birmania - SANTOSH KRL / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

La comisión electoral nombrada por la junta militar de Birmania asegura que ha encontrado hasta 11 millones de casos de fraude en las elecciones generales de noviembre pasado, el detonante del golpe de Estado lanzado por el Ejército el 1 de febrero, acompañado de una operación de represión que ha dejado casi 900 muertos en todo el país.

La comisión electoral ha asegurado que ha hallado indicios de fraude en todos los distritos electorales, y errores "premeditados" en el registro de votantes, según una información aparecida en el periódico estatal 'Global New Light of Myanmar' y recogida a su vez por la agencia oficial de noticias japonesa Kyodo y el diario tailandés 'Bangkok Post'.

La declaración de la comisión electoral ha añadido que en su investigación encontró casos de personas sin ciudadanía en las listas de votantes y registros duplicados en los 315 distritos electorales.

Desde el golpe, el Gobierno militar detuvo a la exconsejera de Estado Aung San Suu Kyi y a otros miembros prominentes de su partido, la Liga Nacional para la Democracia, vencedor de los comicios, y que ha negado cualquier tipo de irregularidades.

Ahora mismo Suu Kyi está siendo juzgada por varios cargos, que van desde la posesión de walkie-talkies sin licencia hasta la corrupción y la violación de la ley de secretos oficiales.

Esta semana, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, ha alertado de que Birmania ha pasado de "una crisis política a una catástrofe multidimensional de Derechos Humanos" con perspectivas "devastadoras" que plantean la posibilidad de un "fracaso estatal o una guerra civil más amplia".

En una declaración frente al Consejo de Derechos Humanos, Bachelet ha criticado que lo que comenzó como un golpe se ha convertido en "un ataque contra la población civil", cada vez más "generalizado y sistemático" que ya deja 899 muertos en el marco de las protestas, según la ONG Asociación de Presos Políticos de Birmania, y unos 200.000 desplazados como consecuencia de la violencia.

La asonada militar ha exacerbado algunos de los conflictos "de larga duración" en las zonas fronterizas, mientras que ha agravado "el ya desastroso impacto de COVID-19", algo que ha supuesto que más de seis millones de personas tengan "una gran necesidad de ayuda alimentaria", mientras que la ONU pronostica que casi la mitad de la población de Birmania podría verse forzada a la pobreza a principios de 2022.