MADRID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ONU ha tachado de "compleamente inaceptable" el ataque perpetrado por militares contra un grupo de manifestantes en Rangún, en el que al menos cinco civiles perdieron la vida después de que un grupo fuese embestido por un vehículo de las Fuerzas Armadas y tiroteado posteriomente.
El responsable de Naciones Unidas en el país asiático, Ramanathan Balakrishnan, se ha mostrado "profundamente preocupado" por lo ocurrido en el barrio de Kyimyindaing y ha reclamado que rindan cuentas quienes hayan aplicado un "uso excesivo y desproporcionado de la fuerza" contra manifestantes.
En este sentido, ha recordado en un comunicado que "la libertad de expresión es un derecho humano fundamental" y ha pedido "el fin de la represión", tal como viene haciendo la organización de forma reiterada desde que las Fuerzas Armadas birmanas se hicieron con el poder el 1 de febrero en un golpe de estado.
El Gobierno de Estados Unidos, a través de su Embajada, también se ha mostrado "horrorizado" por el último incidente, que no hace sino "subrayar la urgencia" de volver a avanzar en Birmania hacia una "democracia inclusiva", en la que todas las corrientes políticas y sociales tengan cabida.
"Estamos del lado del pueblo birmano en su defensa de la libertad y la democracia e instamos al régimen militar a dejar de usar la violencia, liberar a quienes han sido detenidos injustamente y respetar la voluntad de la población", ha señalado Washington.
Según la Asociación de Asistencia para Presos Políticos (AAPP), una organización sin fines de lucro, al menos 1.300 personas han muerto y más de 10.000 han sido arrestadas desde el golpe militar.