BOLIVIA, 11 Nov (EUROPA PRESS)
El recién investido ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Fernando Aramayo, marcó una nueva dirección en la política exterior del país al asegurar que, aunque mantendrán el diálogo con Nicaragua, Cuba y Venezuela, países con los que los anteriores gobiernos del MAS compartían estrechos lazos, se prevé un distanciamiento dado que no coinciden en "valores y principios". Aramayo subrayó que la gestión del presidente Rodrigo Paz privilegiará una "perspectiva pragmática" en sus relaciones internacionales, destacando la reanudación de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, después de casi veinte años de la ruptura iniciada por Evo Morales.
"Vamos a convivir, vamos a interactuar con quienes compartimos valores y principios, pero eso no significa que dejemos de dialogar y tener algún tipo de entendimiento con quienes no necesariamente comparten nuestros principios y valores", expresó el ministro, enfatizando una apertura al diálogo incluso con aquellos países con los que existen diferencias fundamentales.
La diplomacia boliviana también mira hacia Chile, con el objetivo de superar desafíos históricos, incluida la demanda de Bolivia por una salida soberana al mar, tema de disputa desde la Guerra del Pacífico en el siglo XIX. La falta de relaciones diplomáticas plenas con Chile, limitadas al ámbito consular desde 1978, representa uno de los asuntos pendientes que el ministro Aramayo desea abordar, buscando beneficios mutuos más allá de las diferencias.
Aunque Bolivia presentó en 2013 una demanda ante la Corte Internacional de Justicia buscando negociar un acceso al Pacífico, la respuesta de la corte en 2018 liberó a Chile de tal obligación. No obstante, la presencia del presidente chileno Gabriel Boric en la toma de posesión de Paz, junto a otros líderes sudamericanos, sugiere un posible terreno para la colaboración y el diálogo entre las dos naciones.
"Me voy con ganas de seguir trabajando por la hermandad de nuestros pueblos", comentó Boric tras su participación en la ceremonia, reflejando un espíritu de cooperación que Bolivia, bajo la nueva dirección de Paz y Aramayo, parece dispuesta a explorar.