Actualizado 25/03/2013 06:48

Morales dice que no cree en "ningún" presidente chileno para resolver la disputa territorial


LA PAZ, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha revelado este domingo que no cree en ninguno de sus homólogos chilenos porque todos le han prometido una solución a la disputa bilateral por una salida soberana al océano Pacífico y nunca ha llegado.

"No creo en ningún presidente chileno", ha dicho el líder indígena en una entrevista concedida a la radio y a la televisión públicas, argumentando que "no pasan de la retórica de la dilación, según la Agencia Boliviana de Información (ABI).

"Cuando estábamos de visita en Chile, uno de los ya ex presidentes me decía que si me quedaba unos meses más, viajaba a Bolivia con salida al mar'", ha recordado. "Ahora, incluso algunos miembros de la Cancillería nos dicen: 'Nos vamos a ir en pocos meses, con salida al mar para Bolivia", ha revelado.

En concreto, se ha referido a la ex presidenta chilena Michelle Bachelet (2006-2010) con quien acordó una agenda temática de 13 puntos, que aún hoy sigue vigente, para abordar las negociaciones sobre la disputa territorial.

"Yo me acuerdo de algunas reuniones reservadas con la presidenta Bachelet. Me invitaba y yo iba pensando '¿Habrá alguna propuesta? Pero no había nada al margen de almuerzo", ha lamentado.

En la misma línea se ha referido a su homólogo chileno, Sebastián Piñera. "Igualmente el actual presidente decía que iba a haber propuestas concretas, factibles, útiles, pero nunca han llegado. No hay nada", ha criticado.

"De esta forma te hacen creer --te emocionan-- sobre la solución de este tema, pero la verdad es que con esta clase de presidentes chilenos jamás se podrán resolver los problemas que tenemos", ha sostenido el líder socialista.

Por ello, ha reiterado su intención de presentar una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para reclamar a su vecino regional una salida soberana al océano Pacífico.

A pesar de estos movimientos, Morales ha reiterado su "admiración" por el pueblo chileno. "Todavía recuerdo cuando acudimos a la toma de posesión de la presidenta Bachelet al pueblo chileno gritando: '¡Mar para Bolivia!'", ha apuntado.

Morales ha realizado estas declaraciones en el marco de los crecientes rumores sobre la intención de Bachelet de anunciar su candidatura a las elecciones presidenciales del próximo 17 de noviembre, que, según los últimos sondeos sobre intención de voto, ganaría con un amplio margen.

De ser así, Morales tendría que negociar con Bachelet una solución a la disputa territorial, obligándole a rebajar el tono de las críticas que ha dirigido al Gobierno de Piñera, de centro-derecha, ya que ambos pertenecen al movimiento izquierdista del subcontinente.

DISPUTA TERRITORIAL

La disputa territorial se remonta a 1879, cuando Bolivia perdió su salida al Pacífico tras la guerra que mantuvo con Chile, que culminó con el Tratado de Paz y Amistad de 1904, sobre el derecho de libre tránsito de mercancías bolivianas hacia y desde puertos en el océano.

Chile asegura que con el acuerdo de paz --que fue ratificado por los parlamentos de ambos países veinte años después-- se establecen las fronteras --también las marítimas-- de las naciones combatientes, por lo que no ha lugar a ninguna disputa territorial.

Morales argumenta que el acuerdo de paz es "injusto, incumplido e impuesto" y ha rechazado la intangibilidad de los tratados internacionales, recordando que Estados Unidos se avino a superar el firmado en 1903 con Panamá y accedió a devolverle "gradualmente la soberanía" del canal homónimo.

DESMINADO

Por otro lado, Morales ha acusado a Piñera de paralizar el desminado en la frontera entre Bolivia y Chile, incumpliendo con ello la Convención de Ottawa, suscrita en 2002 bajo el auspicio de Naciones Unidas.

"Algunos presidentes de Chile avanzaron, aunque ni siquiera han llegado al 30 por ciento del desminado, pero Piñera --según mi información, y espero no equivocarme-- lo ha paralizado totalmente", ha dicho.

El líder indígena ha recordado que la mayoría de las minas antipersona que se encuentran en la frontera común datan de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando militares chilenos se encargaron de sembrar con ellas las líneas limítrofes con Bolivia, Argentina y Perú.

La Convención de Ottawa establece que cada país miembro debe destruir todas las minas antipersona colocadas en su territorio "lo antes posible" y en un plazo máximo de 10 años, a partir de la entrada en vigor del acuerdo internacional, ratificado en 2002 por Bolivia y Chile.