Actualizado 09/05/2006 15:15

Bolivia.-Las compañías pasarán "por el aro" porque Morales solo busca un mayor porcentaje de lo que ganan, según estudio

MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

El último informe de 'Estudios de Política Exterior' aborda el anuncio del presidente boliviano, Evo Morales, de nacionalizar los recursos gasísticos de su país y afirma que las compañías afectadas --caso de Repsol YPF-- pasarán "por el aro" porque el mandatario andino solo desea un mayor porcentaje de lo que generan en la actualidad.

"Lo más probable es que, al igual que en Venezuela, las compañías pasen por el aro porque Morales no quiere echarlas: solo desea un mayor porcentaje del negocio que generan", subraya en el citado informe.

Asimismo, destaca que Morales "no podría hacer nada" sin ellas porque carece de capital para invertir y 'know-how' para gestionar el proceso". Ahora bien, añade que el Ejecutivo boliviano les ha dado 180 días para aceptar sus condiciones. "Y en el caso de que no quieran aceptar lo que se les dé, Venezuela está lista para ocupar su puesto". En este sentido, recuerda que Morales y el presidente venezolano, Hugo Chávez, ya han anunciado una "alianza estratégica" entre las estatales YPFB de Bolivia y PDVSA de Venezuela.

'Estudios de Política Exterior' constata que Morales fue "más lejos que su mentor, Hugo Chávez" ya que este último, cuando decidió presionar a las petroleras, "lo hizo con modales más comedidos".

"Pero, al margen de la inquietud que ha provocado la actitud de Morales en el mercado energético mundial, todo indica que la nacionalización acabará teniendo consecuencias más políticas que empresariales", hace hincapié a continuación.

En este sentido, más que la nacionalización --las empresas extranjeras tendrán que ceder al Estado boliviano el 50% más una acción de sus filiales--, lo que preocupa a las compañías gasísticas es el aumento de los impuestos. "Las multinacionales, que antes se quedaban con la mayor parte de sus beneficios, vieron aumentados sus tributos hasta el 50% de las ventas el año pasado. Y ahora tendrá que entregar el 82%, quedándose apenas con el 18%", explica.

Sin embargo, teniendo en cuenta que Bolivia, en sus contratos con Brasil y Argentina, cobra por gas 3,2 dólares por millón de BTU, "muy por debajo del precio internacional", y que La Paz ha anunciado que subirá los precios al menos en un 50%, "el 18% vendría a significar una cifra más baja que la actual pero, desde luego, aún interesante".

Por lo tanto --añade--, las consecuencias sí serán "más fuertes" en lo político ya que al subir el precio del gas, encarecerá "notablemente" el coste de la energía para Brasil y Argentina que, "confiados en la condescendencia de los anteriores gobiernos bolivianos", han aumentado su dependencia energética de ese país.

En especial, Brasil importa de Bolivia el 50 por ciento del gas que consume. "Algunos economistas han advertido que, con precios un 50% más altos, algunos sectores industriales del Estado de Sao Paulo dejarán de ser viables", concluye.