MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Bolivia ha accedido a dialogar con los familiares de las víctimas de la violencia postelectoral de 2019 después de que muchos de ellos se desplazaran hasta la ciudad de La Paz a la espera de recibir el visto bueno de las autoridades para abordar la cuestión.
"Llegamos, tenemos ampollas, pero igual, así como sea hemos llegado. Yo quedé inválido por las balas que llegaron en mi pierna derecha, a mis compañeros los mataron como unos animales, pero llegamos, porque ya son dos años sin justicia", ha señalado Ambrosio Yucra, uno de los presentes, en declaraciones a la emisora de radio estatal Patria Nueva.
El campesino, que resultó herido en Sacaba, ha indicado que los "asesinos siguen libres en vez de estar en el penal de Chonchocoro". "Queremos justicia. Vamos a quedarnos aquí hasta las últimas consecuencias, hasta que de verdad se los enjuicie", ha añadido
Para Yucra, los principales responsables de lo sucedido son la expresidenta interina Jeanine Áñez y su gabinete ministerial, que firmaron en noviembre de 2019 un decreto para "librar de responsabilidades a los militares y policías que reprimieron las protestas" contra lo que fue considerado por muchos como un golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales.
La principal demanda de los manifestantes sigue siendo llevar ante la justicia a los autores directos e indirectos de las masacres de Sacaba y Senkata, que se saldaron con una treintena de muertos y más de un centenar de heridos.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, ha anunciado que los manifestantes serán recibidos este martes por una comisión de los Ministerios de Justicia y de Gobierno. "El presidente, Luis Arce, ha instruido una atención prioritaria de sus demandas y ya tenemos respuestas para varios de los planteamientos que nos han adelantado", ha asegurado.
Sobre las masacres, la Fiscalía ha solicitado un juicio de responsabilidades contra Áñez, que se encuentra a la espera de recibir la aprobación de dos tercios de los diputados del Parlamento boliviano. Además, la exmandataria ya se enfrenta a un juicio por el presunto golpe que la llevó al poder.