Actualizado 20/05/2013 08:03

El Gobierno insiste en el diálogo con la COB pero exige el cese de las movilizaciones violentas


LA PAZ, 20 May. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno ha reiterado su voluntad de dialogar con la Central Obrera Boliviana (COB) sobre la reforma de las pensiones, pero ha insistido en señalar como requisito previo el fin de las movilizaciones violentas.

"Nosotros nunca vamos a abandonar la mesa del diálogo, siempre las puertas están abiertas. Se dialoga, pero no dinamitando puentes, no arruinando a los niños, no molestando al pueblo paceño", ha dicho el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera.

Así, el 'número dos' ha aclarado que, una vez acaben "estas convocatorias a movilizaciones violentas", el Gobierno se sienta "inmediatamente" a la mesa de negociaciones "para trabajar con sinceridad todos los puntos".

García Linera ha considerado que con estas protestas la COB "no está arruinando a los neoliberales", sino al pueblo y a ellos mismos". "No les está favoreciendo, se están hundiendo más", ha dicho, en declaraciones recogidas por la Agencia Boliviana de Información (ABI).

Hace dos semanas, la COB inició una huelga general que ha movilizado a varios sectores, sobre todo a mineros, maestros rurales y médicos, para forzar al Gobierno de Evo Morales a sentarse a negociar con los sindicatos la reforma de las pensiones de jubilación.

El Gobierno ha puesto en marcha una reforma de las pensiones por virtud de la cual los trabajadores jubilados cobrarán mensualmente una cantidad de dinero equivalente al cien por cien de los últimos salarios, desde el 70 por ciento actual.

La COB lo considera insuficiente y ha exigido pensiones mínimas de 8.000 bolivianos (880 euros) para los mineros que hayan trabajado al menos 35 años y de 5.000 bolivianos (550 euros) para los trabajadores de otros sectores productivos. El Gobierno ha aceptado 4.000 (440 euros) y 3.200 (353 euros), respectivamente.

Después de varias idas y venidas, el diálogo se volvió a reanudar el pasado jueves en la sede del Ministerio de Trabajo con la voluntad de las partes de alcanzar una "solución definitiva", pero el Gobierno insistió en su propuesta inicial, lo que llevó a la ruptura de las conversaciones.

En estos 14 días, los manifestantes han bloqueado las carreteras de los nueve departamentos que forman Bolivia, incluidas las fronteras con Chile y Argentina, y han protagonizado numerosas movilizaciones, en algunos casos violentas.

Las protestas se han concentrado este fin de semana en La Paz, donde miles de personas han intentado entrar en la plaza Murillo, donde se encuentran las sedes del Gobierno y de varios ministerios, lo que ha provocado un enfrentamiento con la Policía.

El Gobierno ha advertido de que la protesta se está radicalizando y adquiriendo fines "conspirativos y desestabilizadores", por lo que el presidente, Evo Morales, ha hecho un llamamiento a defender la democracia.