Actualizado 17/12/2013 21:10

Bolivia propone cárcel a jueces y fiscales que tarden en cerrar un proceso

LA PAZ, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, ha propuesto este martes penar con cárcel a los jueces y fiscales que tarden más de seis meses en cerrar un proceso judicial con el fin de agilizar la administración de justicia en el país andino.

   "Si en tres o seis meses no hay sentencia, el juez o el fiscal entra en la cárcel por incumplir su labor", ha dicho en la rueda de prensa que ha celebrado hoy desde el Palacio de Gobierno, según el diario boliviano 'La Razón'.

   García Linera ha explicado que el objetivo es "acabar con el negocio que algunos jueces y fiscales hacen con el tiempo, que les permite extorsionar, esquilmar y vivir de la sangre de los presos y sus familias".

   El 'número dos' ha indicado que, aunque en menor medida, la propuesta también está dirigida contra los abogados "que cobran más a sus clientes cada vez que se reprograma una audiencia", por lo que abaratará el coste de la justicia.

   Esta medida es parte del debate legislativo para la viabilización del indulto y de la amnistía a los condenados por delitos menores o a los reos en prisión provisional, cuyo objetivo es paliar el problema del hacinamiento en las cárceles bolivianas.

   "Así también vamos a tener jueces y fiscales que no van a poder tener personas detenidas de forma indefinida (en los centros penitenciarios) sin saber si son culpables o inocentes. Todo esto se va a acabar", ha aseverado.

   García Linera ha adelantado que todas estas reformas se introducirán en el Código Penal y en el Código de Procedimiento, subrayando que este último debe ser "más rápido y fatal" en la fiscalización de los órganos jurisdiccionales.

   El debate sobre las condiciones en los centros penitenciarios bolivianos se ha reabierto a raíz del motín ocurrido el pasado 23 de agosto en la cárcel de Palmasola, ubicada en Santa Cruz (centro), que se saldó con la muerte de al menos 38 personas.

   De acuerdo con un informe de Seguridad Ciudadana de la Organización de Estados Americanos (OEA), las cárceles bolivianas son las segundas más hacinadas del continente, después de las salvadoreñas, porque aunque tienen capacidad para 3.738 presos, realmente albergan a 13.840.