BOLIVIA, 6 Nov (EUROPA PRESS)
Jeanine Áñez, destacada líder de la oposición boliviana que se proclamó presidenta del país en noviembre de 2019, abandonó la cárcel de Miraflores en La Paz este jueves, tras casi cinco años de reclusión. Este acontecimiento sucede después de que el Tribunal Supremo de Justicia anuló su sentencia por su implicación en lo que se denominó golpe de Estado el día anterior.
"Se tuvo que ir el monstruo para que yo pueda volver a la vida, se tuvo que ir el monstruo para que se reconozca que en este país jamás hubo un golpe de Estado", expresó Áñez al salir de prisión, rodeada de sus hijos, abogados y un grupo de seguidores.
La exmandataria insistió en que los sucesos de aquel periodo correspondieron a un "fraude electoral" que incitó a "todos los bolivianos a reclamar", aludiendo a las denuncias que llevaron a la renuncia y huida de Evo Morales del país, bajo la presión ejercida por fuerzas militares y sectores de la oposición que disputaban los resultados electorales.
Áñez compartió que la dura experiencia vivida durante casi cinco años, donde fue tratada como una "verdadera delincuente" y su salud se vio deteriorada, la ha fortalecido. Estas palabras se recogieron en el periódico boliviano 'La Razón'.
Agradeció el respaldo recibido a lo largo de los 1,710 días que permaneció encarcelada, tras ser sentenciada inicialmente a diez años por asumir la presidencia de forma irregular en 2019, cuando ocupaba el puesto de segunda vicepresidenta del Senado.
Ahora, los jueces han determinado mediante una revisión extraordinaria de la sentencia que Áñez debe enfrentar cualquier responsabilidad derivada de su papel en la crisis política a través de un juicio político parlamentario, descartando el proceso penal común.
Tras las controversias por los resultados de las elecciones de octubre de 2019 y las intensas movilizaciones que siguieron, Morales dejó la presidencia el 10 de noviembre. Dos días más tarde, Áñez asumió el liderazgo del Senado y posteriormente la presidencia del país, en un contexto donde el Congreso carecía del quórum y la mayoría parlamentaria del Movimiento Al Socialismo (MAS).