LA PAZ, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La marcha de indígenas bolivianos que comenzó el pasado 15 de agosto en contra de la construcción de una carretera por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) ha llegado este miércoles a La Paz, tras recorrer 602 kilómetros entre Trinidad y la capital.
El pasado 25 de septiembre, la Policía reprimió dicha marcha provocando más de 200 heridos, lo que llevó a la dimisión de dos ministros del Gobierno del presidente, Evo Morales.
La presión ejercida por estas comunidades llevó al mandatario a suspender las obras de construcción de esta vía hasta la celebración de un referéndum al respecto en los departamentos de Beni y Cochabamba, a los que se supone que beneficiará el proyecto.
El presidente de la subcentral TIPNIS --que controla jurídicamente esta región--, Fernando Vargas, aseguró que la marcha había sido un auténtico "vía crucis", según 'El Diario'. Alrededor de 2.000 personas han completado todas las etapas que han compuesto dicha protesta.
El alcalde de La Paz, Luis Revilla, informó que "se va a realizar un homenaje (a los indígenas), se les entregará las llaves de la ciudad, se los declarará huéspedes de la ciudad y habrá manifestaciones artísticas en su honor".
El martes por la noche, las ministras de Justicia, Nilda Copa, de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, y de Transparencia, Nardi Suxo, ofrecieron ropa y alimentos cuando la marcha se encontraba a las puertas de la ciudad, pero fueron recibidos con abucheos y tuvieron que marcharse de la zona de acampada, según la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB).
La vicepresidenta de la Confederación de Mujeres Indígenas de Bolivia, Judith Rivero, expresó que las ministras debían esperar en La Paz. "Ellas no hicieron nada como mujeres, ni como madres, cuando los policías nos reprimieron el 25 de septiembre. Aquel día ellas debieron intervenir por nosotras, que fuimos golpeadas en el monte", añadió Rivero.