Publicado 12/11/2019 16:32

Bolivia.- Mesa condena la quema de la bandera indígena en las protestas y culpa del racismo a Morales

La whipala o bandera indígena (Imagen de archivo)
La whipala o bandera indígena (Imagen de archivo) - REUTERS / JORGE SILVA - Archivo

MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

El opositor boliviano Carlos Mesa ha condenado este martes la quema de la whipala, la bandera indígena, en las movilizaciones a favor y en contra del ya ex presidente Evo Morales, al que ha culpado de promover el racismo en el marco de dichas protestas.

"El racismo que promovió Evo Morales en esta crisis, no puede ser reemplazado por los radicalismos que a nombre de la democracia, discriminan los símbolos de nuestros pueblos indígenas. Condenó la quema de la whipala y pido a los autores de esas acciones una disculpa pública", ha escrito en Twitter.

Además, ha expresado su "solidaridad" a las candidatas de su plataforma electoral, Comunidad Ciudadana, Janneth Chipana y Sandra Peñafiel y "con los cientos de bolivianos víctimas de los grupos violentos del MAS que en estos días sembraron el terror y la destrucción en gran parte de Bolivia".

Bolivia está sumida en una profunda crisis desde las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre. Los resultados oficiales dieron la victoria a Morales, pero Mesa, principal candidato opositor, denunció un "fraude gigantesco" del Gobierno para garantizar un cuarto mandato al líder indígena.

Ambos bandos llamaron a la movilización de sus simpatizantes, lo cual derivó en enfrentamientos, bloqueos y saqueos que se han saldado con al menos tres muertos y cientos de detenidos.

Así las cosas, Morales accedió a que la Organización de Estados Americanos (OEA) hiciera una auditoría electoral que finalmente ha confirmado irregularidades. En respuesta, el aún presidente aceptó celebrar nuevas elecciones, pese a lo cual tanto la Policía como las Fuerzas Armadas le "sugirieron" que dimitiera.

Morales renunció al cargo el domingo, después de catorce años en el poder, y el lunes por la noche (hora local) embarcó en un avión rumbo a México, que le ha concedido asilo político. El ya ex presidente y sus aliados denuncian un "golpe de Estado".