Publicado 11/11/2019 17:09

Bolivia.- El ministro de Educación se suma a la ola de dimisiones en el antiguo Gobierno de Morales

Protestas en Bolivia por la reelección como presidente de Evo Morales.
Protestas en Bolivia por la reelección como presidente de Evo Morales. - REUTERS / STRINGER .

MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Educación de Bolivia, Roberto Aguilar, se ha convertido este lunes en el duodécimo miembro del antiguo Gobierno de Evo Morales en dimitir, siguiendo así los pasos del ya ex mandatario, en el marco de la crisis política que se ha desatado tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre.

"Frente al golpe de Estado perpetrado contra el Gobierno constitucional del presidente Evo Morales Ayma, presento mi renuncia como ministro de Educación", ha anunciado Aguilar en su carta de dimisión, según informa la agencia de noticias oficial ABI.

La salida de Aguilar se suma a la de otros once colegas. Se trata de los ya ex ministros de Economía (Luis Arce), Justicia (Héctor Arce), Hidrocarburos (Luis Alberto Sánchez), Minería (César Navarro), Trabajo (Milton Gómez), Obras Públicas (Óscar Coca), Desarrollo Productivo (Nélida Sifuentes), Planificación y Desarrollo (Mariana Prado), Cultura y Turismo (Wilma Alanoca), Medio Ambiente y Agua, (Carlos Ortuño) y Deportes (Tito Montaño).

Entre los que aún continúan se encuentran el ministro portavoz, Manuel Canelas, así como los titulares de Exteriores, Diego Pary; Defensa, Javier Zavaleta; Salud, Gabriela Montaño; Energía, Rafael Alarcón; Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico.

Por su parte, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, se habría refugiado en la Embajada de Argentina en Bolivia, según informa el diario argentino 'Clarín'.

A ellos se suman más de 30 cargos, entre gobernadores, alcaldes, diputados, senadores y viceministros. Destacan las renuncias del vicepresidente, Álvaro García Linera, y de los presidentes de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, y del Senado, Adriana Salvatierra.

CRISIS EN BOLIVIA

La crisis en Bolivia estalló la misma noche electoral por la repentina suspensión de la transmisión de los resultados oficiales justo cuando obligaban a una segunda vuelta entre Morales y el candidato opositor Carlos Mesa. Cuando se recuperó, casi 24 horas después, la tendencia se había revertido y el líder indígena acabó proclamándose vencedor.

Mesa denunció un "fraude gigantesco" que el Gobierno negó. Ambos bandos llamaron a la movilización en las calles lo que ha provocado enfrentamientos, bloqueos y saqueos que se han saldado con al menos tres muertos y cientos de heridos y detenidos.

Así las cosas, Morales accedió a que la Organización de Estados Americanos (OEA) realizara una auditoría electoral. La OEA confirmó el fin de semana que hubo irregularidades y aconsejó una repetición de los comicios.

Morales accedió a celebrar nuevas elecciones presidenciales pero insistió en ser candidato. En respuesta, tanto el Ejército como la Policía le aconsejaron que dimitiera, algo que hizo horas después. El ya ex mandatario ha denunciado un "golpe de Estado" que la oposición y las fuerzas de seguridad niegan.