LA PAZ, 9 Oct. (Reuters/EP) -
El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió este viernes a la comunidad internacional que actúe como observadora y garante de las elecciones generales de diciembre, en las que el líder indígena buscará renovar su mandato cinco años más.
Morales hizo este llamamiento ante decenas de embajadores y otros representantes extranjeros, en un acto en el que España y el sistema de Naciones Unidas comprometieron donaciones que suman 128 millones de dólares (87 millones de euros) para proyectos de servicios básicos y de inclusión social.
"Por supuesto queremos que estas elecciones sean una fiesta democrática, es el gran deseo que tenemos, que puedan ser acompañadas como siempre por la comunidad internacional, que son los mejores testigos de lo que hacemos, de cómo nos movilizamos", pidió el mandatario.
El gobernante, quien según diversas encuestas ganaría la reelección por amplio margen, invitó a la comunidad internacional para que "sea veedora de este proceso democrático, no solamente el día de elecciones sino desde ahora".
Aunque el organismo electoral ha anunciado ya la presencia de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), el pedido directo de Morales pareció responder a denuncias de que sus opositores tendrían dificultades para ingresar a regiones rurales con fuerte presencia de sindicatos apoyados por el Gobierno.
Morales dijo que los observadores extranjeros deberían verificar la libre circulación de todos los candidatos en el territorio nacional. También aseguró que ha pedido a sus seguidores --especialmente a los sindicatos campesinos y de productores de coca-- que dejen sin efecto sus amenazas de no permitir la movilización de candidatos opositores.
"Todos tenemos derecho a hacer campaña (...), esperamos la comprensión de los movimientos sociales, pese a que no sólo como dirigente, yo no he podido ingresar a algunos departamentos tampoco como presidente", comentó.
Los sindicatos afines a Morales habían lanzado la amenaza contra las campañas rivales en respuesta a violentas protestas opositoras de hace un año, que el Gobierno calificó como un intento de golpe de Estado, e incluyeron tomas de aeropuertos para impedir viajes del mandatario a pueblos de las tierras bajas.
Morales es el primer presidente de Bolivia que busca la reelección inmediata gracias a una Constitución que entró en vigor el pasado mes de febrero, como parte de sus medidas que buscan la "refundación" del país.
La nueva Carta Magna garantiza cuotas de poder para los pueblos indígenas en los órganos legislativo y judicial, pero además declara de propiedad estatal y sin derecho a privatizar a los recursos naturales, entre ellos los hidrocarburos que Morales nacionalizó en marzo del 2006.
El mandatario boliviano dijo que la nueva ayuda económica, canalizada por el Fondo para el Logro de los Objetivos del Milenio, contribuirá a consolidar su "revolución" indigena y socialista, declarado objetivo central de la reelección que pretende ganar el próximo 6 de diciembre.